Efe, Valencia

El secretario general de UGT-Ford, Gonzalo Pino, señaló ayer que la planta de montaje de la factoría de Almussafes está obsoleta pues no se ha invertido en ella desde hace veinte años, lo que significa que tiene «las herramientas más anticuadas de todo el sector de automoción», y destacó que se deberían destinar unos quince millones de euros a su modernización tecnológica. Anunció que un grupo de ingenieros de la multinacional se desplazará a Almussafes para elaborar un informe de las necesidades de la planta de montaje y poder determinar, posteriormente, la idoneidad de una inversión económica.

Durante la visita que hizo el miércoles a la factoría el presidente ejecutivo de Ford Europa, John Fleming, el sindicato presentó su plan de «puesta a punto», que se basan en inversiones en la planta de montaje y la necesidad de mantener la carga de trabajo. El sindicalista recordó que lo más probable es que en un corto período de tiempo se deje de fabricar en España el modelo Ka. Y respecto al Mazda 2, también existe preocupación puesto que la dirección de Ford Europa no descarta acuerdos con otras marcas del sector para fabricar algunos modelos en países del este de Europa a un coste más bajo.

Por otra parte, UGT ha pedido a los trabajadores de la factoría de Almussafes que no realicen horas extraordinarias los días laborales, en protesta por la presencia de una plantilla «demasiado ajustada» que obliga a detener la cadena de producción en determinados momentos de la jornada. Según Pino, la dirección de Ford Almussafes «ha ajustado tanto» la plantilla «con el afán de reducir costos» que, cuando los trabajadores deben ausentarse por necesidades fisiológicas, la cadena de producción se paraliza. Entonces, al finalizar un turno de trabajo, se pide a un grupo de treinta trabajadores que haga horas extraordinarias para equilibrar el proceso productivo, a lo que UGT se opone.