El polígono de Albuixech pide el cese de la actividad de la eléctrica instalada junto a CLH

José Luis Zaragozá, Valencia

La Asociación de Usuarios del Polígono Industrial Mediterráneo (AUPIM), entidad que aglutina a las empresas instaladas en Albuixech y Massalfassar, ha solicitado al Ayuntamiento de esta primera localidad de l$27Horta Nord que exija a la firma Finaltair Energía -empresa de generación de electricidad a partir de residuos de madera- el «cese inmediato de sus actividades molestas y peligrosas respecto de sus vecinos». El escrito de AUIMP a la citada corporación local, con fecha de 17 de enero de 2006, denuncia el «incumplimiento de la normativa urbanística y de seguridad» por parte de Finaltair.

La central termoeléctrica, instalada junto a los depósitos de combustible de la Compañía Logística de Hidrocarburos (CLH), inició su actividad en 2004 al obtener licencia de actividad tras varios meses de pruebas. Durante este tiempo ha provocado cuantiosos daños a las firmas próximas a su ubicación así como molestias a los vecinos de Albuixech debido al polvo y suciedad que generan sus chimeneas. Según expone AUIMP al ayuntamiento que gobierna Mariano Tamarit (PP), lo peor de todo es el «riesgo de incendio debido al carácter altamente inflamable del producto almacenado (papel, cartón, corcho y plásticos, entre otros), junto a una estación de servcio, los depósitos de combustible de CLH y una empresa de tejidos».

De acuerdo con las ordenanzas municipales de Albuixech (artículos 14 y 19), «las zonas que quedan libres tras los retiros no podrán utilizarse para depósito de materiales o vertido de desperdicios». Además, se permite la instalación de industrias peligros -es el caso de Finaltair- «siempre que cumplan las condiciones de estas ordenanzas y las medidas correctoras impuestas».

La fábrica denunciada almacena montañas de serrín apoyadas en los vallados colindantes, lo que ocasiona roturas en los mismos. El polvo producido por estos restos de materias primas se introduce en la maquinaria de precisión y en los productos terminados de Rafael Catalá S.A (firma textil) y obtura bocas de suministro de carburante de la estación de servicios colindante (Repsol), lo que motiva el cambio semanal de los filtros. Además, Finaltair provoca pérdida de clientela, tanto en el lavabo de vehículos y camiones, como del aparcamiento dada la alta concentración de suciedad en el aire.

Informe del Seprona

La asociación empresarial del parque industrial de Albuixech pide a la corporación municipal que «adopte de inmediato medidas al respecto como paso previo a la presentación de una denuncia por los citados hechos ante la Fiscalía de Medio Ambiente, en el caso de que no se corrijan las irregularidades indicadas».

El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) visitó las instalaciones de Finaltair Energía tras una denuncia. En su informe, la Guardia Civil asegura que se «están adoptando las medidas correctoras oportunas, al objeto de minimizar en lo posible las molestias que se pudieran generar». Sea como fuere, estas «medidas» aún no se han adoptado. Según revela la investigación del Seprona sobre Finaltair Energía, la acumulación de residuos triturados al aire libre y dispuestos para ser incinerados era «con carácter temporal», ya que en el plazo aproximado de unos dos meses se tenía previsto realizar la construcción de un nuevo silo para albergar dichos residuos. El Seprona visitó Finaltair el pasado día 8 de noviembre de 2005.

Una caldera a 1.300º próxima a los tanques de combustible

L a central de biomasa de ciclo combinado -junto a la madera (70%) utiliza como combustible gas natural (30%)- tritura montañas de residuos. Éstos se queman y el vapor producido pasa a unas turbinas donde se genera la electricidad, que vende a Iberdrola. La instalación dispone de zonas de acopio, motores y una caldera especial cuya temperatura ronda los 1.300º. El humo de sus chimeneas inunda, de noche, la autovía V-21 a su paso por Albuixech y las cenizas, se esparcen alrededor de las empresas cercanas.

La dirección Finaltair Energía no han atendido las reiteradas llamadas realizadas por este diario.