El acuerdo fue rubricado en Abuya por los ministros de Petróleo y Energía de los tres países, Rilwanu Lukman, de Nigeria; Chalib Khalil, de Argelia; y Abdullahi Mohammed, de Níger, quienes ofrecieron una rueda de prensa tras la firma del documento.

Antes de confirmar el acuerdo, según dijo el ministro nigeriano, los tres países estudiaron detalladamente los resultados de un estudio de viabilidad, que data de 2006, que ofrecía muy buenas perspectivas al proyecto.

El estudio de viabilidad, agregó Lukman, señalaba que el proyecto es "técnicamente y económicamente viable" y que para el año 2015, cuando debería estar terminado el TSGP, habría un mercado en Europa para el gas natural nigeriano de entre 15.000 y 20.000 millones de metros cúbicos anuales.

"La construcción del TSGP facilitará el desarrollo de las economías de los países de transito, Nigeria, Níger y Argelia, y también será otra plataforma de suministro de energía sostenible y fiable para Europa", indicó Lukman.

Además de favorecer la integración de las economías de los tres países firmantes, el ministro nigeriano señaló que el Gasoducto Transahariano debe mejorar el nivel de vida de los países de África occidental, al ser una fuente de empleo durante su construcción.

Recordó, asimismo, que el gas natural es un combustible poco contaminante, por lo que su uso en mayor medida contribuirá a reducir la emisión de gases que provocan el "efecto invernadero" y también evitará una mayor desertización de África occidental.

Sobre la violencia en la región nigeriana del Delta del Níger, la zona productora de crudo y gas, donde actúan grupos guerrilleros cuyos atentados han reducido notablemente las exportaciones de petróleo del país, Lukman aseguró que esperan tener resuelto el problema para antes de inaugurar el gasoducto en 2015.

Mohammed, ministro de Minas y Energía de Níger, aseguró que el actual conflicto político de su país, donde el presidente, Mamadou Tandja, pretende permanecer un tercer periodo en el poder de manera inconstitucional, "no afectará al proyecto".

El argelino Khalil también señaló que el gasoducto "será seguro" y que los servicios de seguridad de los tres países lo garantizarán.

En el aspecto económico, Khalil descartó los temores de que estos países no cuenten con financiación suficiente para el proyecto en indicó que "tenemos muchas compañías que quieren participar".

Según él, "las multinacionales se nos están echando encima", dado el enorme potencial económico del proyecto, pues "su viabilidad lo convierte en una oportunidad atractiva para los inversores".

"Lo que necesitamos es voluntad política y creo que la tenemos en los tres gobiernos implicados", agregó Khalil.

El Gasoducto Transahariano es un inmenso proyecto, con una longitud de 4.200 kilómetros, para llevar el gas de Nigeria a Europa a través de Níger y Argelia.

Con una inversión prevista de 10.000 millones de dólares, el TSGP podrá transportar entre 20.000 y 30.000 millones de metros cúbicos de gas natural anuales, el equivalente al 25 por ciento de las necesidades gasísticas de la Unión Europea.

En 2002 se firmó un preacuerdo para su realización entre la empresa estatal de hidrocarburos argelina Sonatrach y la petrolera nigeriana NNPC, que fijó entre 2015 y 2017 la fecha de su entrada en funcionamiento.

El TSGP conectará directamente con el gasoducto submarino Medgaz, entre Argelia y España, cuya conclusión está prevista para finales de 2009.

Varios consorcios internacionales han mostrado su interés en participar en el Gasoducto Transahariano, entre ellos el gigante gasístico ruso Gazprom.