La casa de análisis estadounidense Variant Perception acaba de hacer público un informe demoledor sobre la economía española. Asegura que la crisis inmobiliaria en España es peor de lo que se piensa, que la banca está ocultando sus pérdidas y que los inversores se engañan si creen que los bancos españoles se cuentan entre los más fuertes de Europa. Hasta el punto de que augura que pronto puede haber bancos zombis, como ocurrió en Japón en la década de los años 90 del siglo pasado. De hecho, equipara la actual situación de España con la que vivió el país asiático e incluso prevé que pueda ser mucho peor.

"España es un desastre latente", afirma rotundo el informe. Además, "entender mal la severidad de la crisis tendrá profundas implicaciones en el sistema bancario europeo". El lenguaje tremendista de los autores del informe les lleva a afirmar que "España es la madre de todas las burbujas inmobiliarias". Y recuerda que aunque nuestro país representa el 10% del PIB de la Unión Europea, ha concentrado el 30% de toda la vivienda construida en la zona desde el año 2000. La mayoría de las nuevas casas fue financiada con capital extranjero, razón por la cual la crisis inmobiliaria española se ha visto estrechamente vinculada con la crisis financiera internacional.

Subterfugios y ocultaciones

A juicio de los analistas de Variant, el impacto en la banca será grave. Recuerdan que el valor de la financiación concedida a los promotores alcanza prácticamente la mitad del PIB español y que muchas de esas promociones irán mal. Denuncian que los bancos y cajas españoles recurren a subterfugios y ocultan los fallidos en una situación que comparan con los primeros tiempos de la crisis de las hipotecas subprime, cuando "los resultados bancarios parecían buenos, hasta que dejaron de serlo". "Creemos que será igual con el sector inmobiliario español", apostillan.

El informe, que recoge numerosas informaciones publicadas por la prensa española, subraya las dos fortalezas de comúnmente se reconocen al sistema bancario español: el sistema de provisiones impuesto por el Banco de España y la política crediticia prudente. Pero advierte de que la magnitud del problema amenaza con consumir las provisiones. Estima que España tiene alrededor de 1 millón de viviendas sin vender. Desgraciadamente, afirma, muchas están en la costa, y sin perspectivas de que el turismo británico se recupere, están condenadas a quedarse sin vender. "Las casas están en los lugares equivocados", resumen los autores.Pero a diferencia de lo que ocurre tradicionalmente en las burbujas inmobiliarias, en el caso español los precios no han caído en picado, sino que, de acuerdo con las estadísticas oficiales, apenas se han reducido un 10%. ¿Por qué los bancos españoles no han experimentado el mismo destino que los americanos, los ingleses o los irlandeses?, se preguntan los analistas. Y la respuesta no es nada amable: porque están ocultando sus problemas. A través de cuatro mecanismos: impulsando sus resultados gracias a los recientes cambios contables; no informando de créditos a los mercados; manteniendo préstamos a compañías zombis; y concediendo hipotecas a 40 años y por el 100% del valor de los inmuebles.

Variant denuncia que el Banco de España ha empezado a variar su política conservadora. Y recuerda que en julio redujo los requisitos que exigía a las entidades financieras para provisionar hasta el 80% de sus riesgos inmobiliarios. Ahora sólo deben llegar al 70%, lo que permitirá a muchos bancos cerrar el año con beneficios en vez de con pérdidas.

Inversión quintuplicada

Por otra parte, la banca controla de forma directa el 25% de la cartera inmobiliaria pendiente de venta, y otro 25% indirectamente a través de sus participadas. De esta forma, bancos y cajas se han convertido en los principales propietarios inmobiliarios del país. Fundamentalmente, porque han preferido comprar las propiedades antes de que los préstamos se consideraran fallidos.

Los bancos y cajas de ahorros españoles invirtieron 45.672,33 millones de euros en activos inmobiliarios entre junio de 2008 y el mismo mes de 2009, según los balances de estas entidades recogidos por Europa Press. Esta cifra es casi cinco veces (+387%) superior a la cantidad que destinaron al ladrillo bancos y cajas entre junio de 2007 y junio de 2008, cuando invirtieron un total de 9.379,72 millones de euros. De esta forma, las entidades financieras acumulaban un importe total de 63.557,46 millones de euros al cierre del primer semestre de 2009 en inversiones en activos inmobiliarios, un 255% más que un año atrás, cuando estos sumaban 17.885,13 millones.

Culpa del euro

A la hora de analizar las causas de esta situación, los expertos de Variant lo engloban en los problemas de los que denominan la periferia europea. Y se remontan a la adopción del euro como moneda común, que facilitó el acceso a financiación a tipos de interés muy bajos y la sobrevaloración de los precios por las tasas de cambio. "España y el resto de la periferia europea pueden resolver sus problemas bien a través de un aumento masivo de la productividad, lo que es altamente improbable, o bien a través de una reducción de salarios y precios del orden del 20-30%, que es lo que ocurrirá lenta y dolorosamente", augura el estudio. Esa bajada de precios y salarios podría considerarse una "devaluación interna".

Los autores del informe aventuran que cuando se hayan depurado todas las cuentas, las pérdidas por la crisis inmobiliaria sumarán 250.000 millones de euros. En su opinión, "claramente" los bancos españoles y extranjeros no quieren admitir la dimensión del problema y por eso esconden las pérdidas. Recuerdan que el crecimiento español ha tenido que ser financiado por el resto de Europa, y que la economía española ha funcionado como un consumidor gigantesco gracias a los ahorros de los otros países, y no con el ahorro interno.

Deudor neto

Al respecto, recuerdan que la deuda externa española es "extremadamente alta" en términos absolutos y relativos. Los países periféricos, afirman, con deudores netos y el resto de Europa es acreedor neto. "Cuando un deudor no paga, el acreedor sufre. Alemania, Francia y otros necesitarán afrontar la recapitalización de la periferia y España", afirman los analistas.

En su conclusión final, el informe de Variant es especialmente duro: "Asumir que en España ha quedado atrás lo peor no pasa la prueba del sentido común". Estima que los políticos españoles y los inversores internacionales han valorado mal la situación española, pero que los acontecimientos les 0bligarán a cambiar su forma de pensar. "El Banco de España y el Gobierno se están comportando como avestruces escondiendo la cabeza bajo el ala", llega a afirmar.