La Comisión Nacional de la Energía (CNE) considera que la tarifa de acceso de la luz deberá subir hasta un 17,9% en 2010 para cumplir el límite máximo fijado por ley de 3.000 millones de euros de déficit de tarifa durante el próximo ejercicio.

Este porcentaje sería suficiente para cubrir el déficit de actividades reguladas del próximo ejercicio e incluiría el impacto del real decreto que prepara el Gobierno para solucionar el problema del carbón autóctono, que sería de entre 700 y 800 millones durante el próximo ejercicio.

Si se financiara además el coste de la compensación por lucro cesante de las centrales que queden desplazadas para dar cabida a las térmicas de carbón nacional, las tarifas de acceso deberían aumentar un 18,6%, asegura la CNE en su informe sobre el borrador de real decreto diseñado por el Gobierno.

La CNE considera que, de no tenerse en cuenta el decreto del carbón, la tarifa debería subir un 13,5%, casi cuatro puntos y medio menos que con la futura norma. Este decreto reserva un precio fijo para la quema de carbón nacional e inscribe las centrales térmicas que lo hagan en un régimen de resolución de restricciones por garantía de suministro.

Moderación a partir de 2011

Pese a la presión que en 2010 ejercerá el decreto sobre las tarifas, el organismo presidido por María Teresa Costa calcula que en 2011 y en 2012 la norma contribuirá a moderar ligeramente la subida de las mismas. En 2011, las tarifas deberían subir un 11,3% sin decreto, y un 11,1% con él, mientras que en el 2012 la subida debería ser del 10,3% sin decreto, o del 10,1% con él.

La tarifa de acceso es un componente de la tarifa integral que se revisa de forma anual y que tiene en cuenta el importe del transporte, la distribución, el mantenimiento y otras partidas reguladas.

Con el decreto, las centrales de carbón autóctono podrían obtener un derecho de cobro máximo en 2010 de 1.551 millones de euros, mientras que en 2011 y 2012 esta cantidad aumentaría a un ritmo anual del 2%, según la CNE. Por centrales, la de Compostilla, de Endesa, recibirá la mayor retribución, de 448 millones.

Mientras, las centrales que resulten desplazadas por el mayor uso de las térmicas tendrán derecho a un cobro por la reducción de su programa que, a un precio de 40 euros por megavatio hora (MWh) y sobre la base de los 27 teravatios hora (TWh) que se reserva al carbón nacional, rondaría los 1.000 millones de euros.

En su informe, el regulador cree que el decreto podría afectar a la formación de precios en el mercado eléctrico diario y aboga por reducir las cantidades asignadas a las centrales térmicas que queman carbón nacional, entre otros aspectos.

Además, ofrece como alternativa solucionar el problema del carbón nacional concediendo una prima similar a las renovables para las térmicas que lo consuman. Estas primas podrían ser legalmente de hasta 10 euros por MWh si su aplicación se acoge a la directiva que admite incentivos para tecnologías destinadas a la mejora de la seguridad de suministro.

Consejero discrepante

El informe de la CNE fue aprobado con el voto en contra del consejero Luis Albentosa, que en un voto particular asegura que la solución al carbón nacional es "una restricción ficticia y ajena al sector eléctrico".

En su alegación, Albentosa advierte de que el decreto tendrá consecuencias "no evidentes" pero "perjudiciales". Entre ellas, figuran una mayor rigidez en el conjunto de la generación eléctrica que perjudicará a las renovables, así como la posibilidad de que utilicen incentivos no competitivos por parte de las empresas.