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La agencia de medición de riesgos Fitch rebajó ayer la calificación de la deuda de Bancaja, Caja Mediterráneo (CAM) y de Banco de Valencia (controlado en un 38% por la primera), de acuerdo con sendos comunicados enviados ayer. Fitch señaló que la rebaja de la nota de la deuda de estas entidades se ha debido, entre otros motivos, al impacto que tendrá en sus activos la debilidad de la economía española y su exposición al mercado inmobiliario.

La agencia de medición de riesgos, que bajó la calificación de otras emisiones de bonos de las entidades, situó la deuda a largo plazo de Bancaja en "BBB" desde "BBB+", aunque mantuvo estable su perspectiva. Para la CAM, su deuda a largo plazo pasa de "A-" a "BBB+", mientras que su perspectiva es negativa, en tanto que para el Banco de Valencia la calificación de la deuda a largo plazo pasa de "BBB+" a "BBB", con la perspectiva estable. En este sentido, y según la comunicación que Banco de Valencia remitió ayer tarde a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Fitch también ha rebajado de forma simultánea la calificación individual de la entidad a "C/D" desde "C" y la de su deuda a corto plazo desde "F2" a "F3".

La agencia ha rebajado además las emisiones de deuda sénior de Banco de Valencia a "BBB" desde "BBB+", y sus emisiones de deuda subordinada a "BBB-" desde "BBB" así como la calificación de las participaciones preferentes a "BB-" desde "BB", según la citada comunicación a la CNMV.

Por otro lado, Standard & Poor's (S&P) ha puesto bajo perspectiva negativa el rating de Caja Madrid por la pronuciada presión que experimentará la rentabilidad operativa de la entidad tanto este año como en 2011, informó ayer la agencia de calificación crediticia.

La experta de S&P Elena Iparraguirre indica que la perspectiva negativa del rating a largo y a corto plazo "A/A-1" de la caja que preside Rodrigo Rato refleja la posibilidad de un recorte de la calificación ante el debilitamiento del perfil financiero de Caja Madrid. La rentabilidad operativa de la caja madrileña se verá sometida a una fuerte presión tanto por la permanencia de un escenario de bajos tipos de interés, que reducirá sustancialmente los beneficios, como por las elevadas provisiones para afrontar insolvencias, dice.

Según la agencia de calificación de riesgos, "los modestos beneficios operativos" que previsiblemente dará a conocer Caja Madrid dejarán a la entidad "con escasa capacidad de maniobra" para reaccionar en caso de que surjan acontecimientos inesperados.

Proyectos de CAI

Por otro lado, el nuevo presidente de Caja inmaculada (CAI), Juan María Pemán, confirmó ayer que la entidad aragonesa mantiene "como primera opción" continuar en solitario, si bien no descarta una alianza con una entidad "de igual" tamaño "o más pequeña" y priorizando la "proximidad territorial", "siempre que sea posible con comunidades limítrofes".