La batalla entre los presidentes de ACS, Florentino Pérez, e Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ha alcanzado ya de lleno el terreno judicial. Mientras el primero ultima la batalla legal para que la participación de ACS (12,6%) en la eléctrica se traduzca en representación en el consejo de administración, la empresa con sede en Bilbao ha contestado con la impugnación de las cuentas de 2009 del grupo constructor. Ayer Iberdrola hizo público el contenido de la demanda, en la que sostiene que ACS habría incurrido en pérdidas de 405 millones de euros si hubiera contabilizado correctamente el deterioro del valor de sus inversiones en participadas frente a los 988 millones de beneficio bruto declarado por la empresa que timonea el presidente del Real Madrid.

La ofensiva de Iberdrola, que se hizo con un pequeño paquete de acciones de ACS que le ha permitido denunciar las cuentas, coincide con las gestiones previas que el grupo constructor está haciendo a su vez para impugnar (asesorado por el bufete Clifford Chance) la junta de accionistas de Bilbao del pasado mes de marzo en la que se vetó por incompatibilidad la entrada de un consejero afín a Florentino. ACS sostiene que el argumento de la compatibilidad es falso porque apenas cuenta con otros intereses en el sector de la energía tras la venta de Unión Fenosa.

Curiosamente, en su demanda, Iberdrola asegura que ACS no contabilizó correctamente "una pérdida de valor prolongada y significativa (-34%) en dos años" de su inversión del 12% del capital de la empresa energética. Según la impugnación, una buena valoración del paquete de Iberdrola provocaría un ajuste negativo en los resultados del grupo ACS de 900 millones de euros.

Lo mismo ocurre, según la empresa que preside Sánchez Galán, con la participación en Hotchief. "ACS tiene contabilizada la inversión del 29,98% de la empresa alemana según el coste de adquisición (1.559 millones de euros), aunque la memoria indica que el valor de la participación asciende a 1.123 millones de euros". Para Iberdrola esto se traduce en un "claro indicio" del deterioro del activo superior a los 400 millones de euros.

Otras participadas

La valoración de otras participadas como Xfera Móviles Madrid Calle 30, y firma concesionarias se pone también en cuestión, según un informe pericial, por valor de 200 millones de euros. En conclusión, la eléctrica dice que un correcto cómputo de las participadas habría provocado unas pérdidas de 405 millones de euros en 2009 frente a los 988 que declaró ACS antes de impuestos.

La demanda fue presentada el pasado 25 de mayo ante los juzgados de lo mercantil de Madrid y se basa fundamentalmente en criterios de normas internacionales de contabilidad. En concreto, Iberdrola cuestiona los acuerdos relativos a la aprobación de las cuentas anuales y el informe de gestión del año pasado.

Tras conocerse el contenido de la demanda de Iberdrola, el grupo constructor ACS, presidido por Florentino Pérez, aseguró que "están tranquilos" y que sus cuentas "han sido auditadas con plena conformidad del auditor", según una fuente citada por la agencia Efe.