El secretario general del PSPV, Jorge Alarte, consideró ayer que la integración de Bancaja en el SIP liderado por Caja Madrid ha sido provocada por la actuación del Gobierno de Francisco Camps, que "hunde todo lo que toca" y cuyas políticas autonómicas han llevado a las entidades valencianas "a un callejón sin salida". Afirmó también que el proceso se ha realizado "huérfano de liderazgo político e institucional" aunque, pese a ello, el PSPV lo apoyará por "responsabilidad hacia los valencianos". En su opinión, tendrá consecuencias para el desarrollo económico que ninguna de las cajas sean de la C. Valenciana.

Para el líder de los socialistas valencianos, el legado y la herencia de Camps a la autonomía va a hacer que "seamos la única comunidad de las grandes que no tenga una caja propia y estrictamente valenciana". En su opinión, con un Gobierno "fuerte, con liderazgo y reputación, ésta no hubiera sido la situación hoy de las cajas de ahorros valencianas". Sin embargo, pese a realizar esta valoración sobre la "fusión fría", que contempla que la sede social de la nueva entidad se sitúe en Valencia y la operativa en Madrid, Alarte indicó que el PSPV va a actuar "desde la responsabilidad" de "salvaguardar la seguridad de los fondos de los valencianos en nuestras cajas, garantizar la seguridad del dinero de la gente y la viabilidad del crédito", lo que está "por encima de cualquier otra consideración".

El delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Ricardo Peralta, alabó el proceso de reestructuración bancaria.