El presidente de Bancaja, José Luis Olivas, inició la jornada de ayer, la primera tras firmar un acuerdo de fusión virtual con Caja Madrid, con una reunión con los principales dirigentes empresariales de la Comunitat Valenciana, a quienes explicó las bondades de la operación. Según varias fuentes consultadas, todos ellos expresaron su conformidad con la operación y dieron el visto bueno a la misma. El ex presidente de la Cámara de Valencia y de Bancaja, Arturo Virosque, aseguró que "todos sabíamos que había que fusionarse y es mejor hacerlo con Caja Madrid que con Caja Badajoz". Virosque añadió que era la mejor opción una vez que la CAM "se había marchado por su lado". El todavía presidente del Consejo de Cámaras autonómico expresó que la culpa de que no haya habido fusión interna y de que las dos grandes cajas hayan acabado en grupos donde no son líderes es "de todos los valencianos, pero no es cosa de ahora, sino de hace diez años".

Además de Virosque, al encuentro acudieron el presidente de la Cámara de Valencia, José Vicente Morata, los presidentes de Cierval (Rafael Ferrando), AVE (Francisco Pons), la CEC (José Roca), la CEV (José Vicente González) y la Coepa (Rafael Martínez) y el secretario general de la autonómica Cierval, Rafael Montero.

Según Bancaja, Olivas trasladó a los representantes empresariales las "oportunidades" del nuevo SIP, porque supondrá una mejora de las cuotas crediticias y de depósitos, "contribuyendo de este modo a seguir apoyando a empresas y pymes de la Comunitat Valenciana". Olivas destacó que el acuerdo ofrece a Bancaja "una gran oportunidad de crecimiento" en la autonomía, en el ámbito nacional e internacional.

Por contra, el presidente de la patronal autonómica de pymes Cepymeval, Juan José Sellés, ausente del mencionado encuentro, estimó ayer que la integración de Bancaja en un SIP con Caja Madrid "no es la más deseable" para el empresariado valenciano y consideró que "no tiene ninguna repercusión que la sede social de la entidad resultante vaya a estar en Valencia".