Jean-Claude Trichet, gobernador del Banco Central Europeo, ha declarado esta semana que el banco comunitario reanudará la compra de bonos y cédulas que emita la banca de los países miembros más asfixiados en los mercados internacionales. El gobernador del Bundesbank alemán, Alex Weber, ha criticado la decisión porque "aceptar indiscriminadamente papel en el que los inversores no confían, desestabiliza la cotización del euro". Para las Cajas, sin embargo, simboliza la última oportunidad para su supervivencia. "El Banco Central Europeo hace lo correcto al comprometerse, aunque no debería aceptar colaterales que tengan un valor demasiado degradado", opina el director de Currency Markets Associates, Asad Rizin.

En ER Internacional, una firma de gestión de riesgo, Justin Clarke nos lanza una previsión de futuro: "las dificultades de afianzar de nuevo las economías europeas son árduas porque la Unión Europea carece de instrumentos de transferencia de fondos entre estados. Mi impresión es que las naciones con finanzas más débiles, deberían ceder soberanía a un poder central paneuropeo".Pero, ¿quién querrá hacerse cargo de España? Porque España no es Grecia: su peso en la Unión Europea es cinco veces mayor. Según un estudio de HedgeEye, una firma financiera de control de riesgo con sede en Londres, la herida por la que se desangra la economía española es la construcción, que llegó a suplir el 12% del empleo y el 16% del producto interior bruto estatal. Hasta aquí, los números son harto familiares. No obstante, hay más.

HedgeEye incide en lo adverso de la información disponible. El Ibex es consistentemente un 23% menos rentable que el DAX alemán, el crédito para España se ha encarecido alrededor de un punto básico en referencia a de Alemania, y los pronósticos de nuestro crecimiento económico en 2011 son un 50% inferiores al de la media europea.

La depreciación del euro debería insuflar oxígeno al sector turístico, porque de momento, lo que ha conseguido es que la escalada en el gasto energético. España importa todo el petróleo en dólares, pero las ventas a los Estados Unidos y Gran Bretaña apenas llegan al 19% de las exportaciones. Comprensiblemente, 220.000 millones de euros, de una deuda total de 564.100 millones, se encuentra en manos extranjeras. Encima, el tiempo apremia: Bloomberg calcula que entre 2010 y 2014, al gobierno español le vencen créditos por valor de 243.500 millones.Contra este fondo de temores y fluctuaciones en la economía ibérica, la compra de la operación bancaria BS México ha vuelto a erigir Banco Santander en el gran adalid del sector financiero español. Super-Botín ha desembolsado 2.500 millones de dólares estadounidenses -en 2003, la venta de la misma porción del negocio había supuesto 1.600 millones-para adquirir la participación de Bank of America, un 24,9%, en la entidad azteca. Y para ampliar el ya 64% de sus ingresos cuyo origen es exterior. Para engrosar su independencia del mercado casero español, al mismo tiempo. El mensaje, como ven, es confuso. Y eso sí que enerva a los mercados internacionales.