El sindicato SATE, mayoritario en Bancaja, prevé que la integración de Bancaja en un Sistema Institucional de Protección (SIP) con Caja Madrid y otras cinco cajas de menor tamaño supondrá una reducción del 12% del número de oficinas y del 13,8% de empleos.

Esta reducción representa 3.600 empleos menos y una disminución de 540 sucursales en el conjunto de las siete cajas, de los que entre 1.500 y 1.800 empleos corresponderían a Bancaja de un total de 5.900 empleados.

Esos 1.500 puestos menos procederían de los servicios centrales de Bancaja -donde se estiman mil trabajadores menos- y de cierre de oficinas por solapamiento, ha explicado el portavoz del sindicato, Juan Pérez, quien ha precisado que estas estimaciones son aproximaciones con las que están trabajando.

En las zonas donde hay una caja dominante, el resto de cajas cederá sus empleados y las oficinas, con lo que el solapamiento de servicios será mayor. Según ha indicado, existen servicios centrales en seis de las siete cajas que formarán el SIP.

Pérez ha defendido un pacto laboral que recoja prejubilaciones y acuerdos en las condiciones laborales de los empleados que se trasladen a otra caja del mismo grupo.

El SATE ha votado hoy en contra del inicio del proceso de fusión aprobado por mayoría por el consejo de administración de Bancaja al considerar que no se puede dar "un cheque en blanco" mientras no haya acuerdo laboral.

No obstante, considera que ese voto "se convertirá en positivo" cuando se pacte el acuerdo laboral, que será en septiembre cuando se celebren las asambleas de las cajas.