El Gobierno ha cerrado hoy una ronda de contactos con los partidos para que apoyen el 22 de junio la reforma laboral en la Cámara Baja, mientras varios diputados socialistas han expresado su preocupación ante el riesgo de que la tramitación parlamentaria endurezca el texto de la reforma y "distancie" al PSOE de los sindicatos.

El portavoz del grupo parlamentario del PSOE, José Antonio Alonso, reiteró hoy que el decreto posiblemente se tramite como un proyecto de Ley por razones legales y explicó que el Ejecutivo debe estudiar con detenimiento la doctrina del Tribunal Supremo que rechazó la reforma laboral de 2002 del Gobierno del PP y que fue impugnada. También reconoció que mañana, en su paso por el Consejo de Ministros, puede tener "algún cambio" fruto de las negociaciones políticas.

Por otra parte, varios diputados socialistas han exteriorizado hoy la preocupación que, según han dicho, se respira en las filas del grupo parlamentario por el "cambio de discurso" del PSOE sobre la reforma laboral y por el riesgo de que la futura norma se endurezca todavía más durante su tramitación parlamentaria. Al mismo tiempo, han alertado del peligro que supone el "distanciamiento" de los sindicatos.

Según han explicado a Efe fuentes socialistas presentes en este encuentro, parlamentarios como Manuel de la Rocha, Isabel López Chamosa o Antonio Gutiérrez han reflexionado sobre la propuesta de reforma laboral elaborada por el Gobierno y que mañana será aprobada por el Consejo de Ministros a través de un decreto ley.

De la Rocha y López Chamosa, ambos afiliados a UGT, han abundado en los riesgos que implica tramitar la reforma como proyecto de ley, al temer que el PSOE y el Gobierno tengan que verse abocados a introducir algunos elementos todavía más duros como contrapartida al respaldo de determinados grupos.