Los presidentes de Caja Madrid y Bancaja, Rodrigo Rato y José Luis Olivas, respectivamente, aseguraron hoy que devolver las ayudas del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) no es ningún desafío para la primera caja española nacida de la fusión que lideran estas dos entidades, ya que se beneficiará de importantes sinergias y de un elevado nivel de provisiones.

En su primera rueda de prensa conjunta tras el anunció de la fusión de Caja Madrid, Bancaja, Caja Rioja, Insular de Canarias, Caixa Laietana, Caja Ávila y Caja Segovia, ambos presidentes recalcaron que los beneficios del Sistema Institucional de Protección (SIP) bajo el que se articula la integración contribuirán a devolver los 4.465 millones de euros que recibirán del FROB a un tipo de interés del 7,75%.

"Los desafíos no van a venir por ahí", enfatizó Rato, que participaba junto a Olivas en los cursos de verano de la UIMP organizados por la APIE. Rato respondió así al ser preguntado sobre si los elevados intereses a los que hay que devolver las ayudas del fondo articulado por el Gobierno y las crecientes presiones en las cuentas de resultados de las entidades financieras ante el complicado escenario económico tanto este año como el siguiente permitirán cubrir las obligaciones de pago.

El presidente de Caja Madrid enfatizó que la operación no presenta ninguna duda, "es muy rentable" y contribuirá a que las cajas de ahorros que participan de la fusión fría anticipen en el tiempo sus beneficios. Además, indicó que para hacer números sobre la factura que habrá que afrontar hay que incluir los intensos saneamientos que se acometerán, así como el nivel de provisiones.

En el mismo sentido, el presidente de Bancaja sostuvo que estas consideraciones hacen que "afloren cifras suficientes para atender los altos intereses" y los vencimientos del FROB. Los responsables recordaron además que Caja Madrid y Bancaja provisionaron unos 1.600 y 1.000 millones de euros en 2009, respectivamente.

VINCULACIÓN DE 15 AÑOS.

Ante la pregunta de si en el futuro la 'fusión fría' se tornará caliente hasta convertirse en una fusión tradicional, Rato y Olivas indicaron que los acuerdos establecen una vinculación de 15 años con la totalidad de los beneficios mutualizados.

"Quince años son un tiempo muy largo en el que cambiará mucho el escenario económico y financiero", resaltó Olivas, quien prefirió no aventurar qué tipo de estructura será la final, mientras que Rato puso el acento en el elevado coste que tendría una segregación. "Un divorcio sería caro", apostilló el presidente de Bancaja.

El presidente de Caja Madrid también recalcó que la progresiva integración de marca fuera de los territorios de origen de las entidades participantes favorecerá el trabajo en conjunto del SIP que, además, está abierto a nuevas incorporaciones en caso de que se presente la oportunidad.

El actual escenario de dificultades y la vocación de prestar servicios universales en el sector financiero hacen que el tamaño se convierta en un factor determinante. "Es algo obvio", en un negocio que en gran parte es minorista, "el tamaño juega un papel importante", indicó Rato.

POR DELANTE DE LA CAIXA.

Desbancar a la Caixa como primera caja de ahorros de España, explicó, tiene dos cosas "una buena y otra distinta", sostuvo. "La buena, es que ser el mas grande no está mal, la distinta es que no sé cuanto va a durar" porque pueden suceder cosas en el futuro que alteren de nuevo el 'ranking' de tamaño de las cajas en España, explicó Rato, si bien incidió en que no se llevarán un disgusto si esta fusión fría pierde el primer puesto en el ranking de grandes cajas de España. "Mientras dura, vida y dulzura", acotó.

Por su parte, Olivas matizó que ganar en tamaño a la Caixa "no era el objetivo primordial" de la operación, cuya finalidad es hacer cumplir las aspiraciones de las entidades tanto a escala territorial como nacional en cuanto al servicio a la clientela. "La relación con la Caixa es buena y hay una magnífica relación personal con su presidente, director general y equipo directivo", sostuvo Olivas.