El ajuste en el precio del suelo urbano se ha producido ya a niveles incluso anteriores al inicio de la burbuja inmobiliaria. La estadística de valor de transacciones publicadas ayer por el Ministerio de Vivienda correspondiente al primer trimestre del año revela que el valor del metro cuadrado de suelo para construir viviendas es inferior al del primer trimestre de 2004, último año que toma como base el departamento de Beatriz Corredor para elaborar sus informes. De esta forma el precio del metro cuadrado de suelo urbano en la Comunitat Valenciana se situaba entre enero y marzo de este año en 239,2 euros, frente a los 251,4 euros del primer trimestre de 2003. La cantidad es además un 43,5% inferior al precio máximo registrado durante la burbuja inmobiliaria, que alcanzó los 423,8,7 euros por metro cuadrado en el último trimestre de 2006.

Desde entonces el precio de los solares no ha dejado de bajar, pero el mayor desplome se ha producido especialmente en el último año. Respecto al primer trimestre de 2009 la variación interanual ha sido de -25,4% en el conjunto de la autonomía. Especialmente significativo ha sido la rebaja del valor del suelo en la provincia de Valencia, que ha alcanzado el 35,2%. En Alicante, la caída ha sido del 18%, mientras que en Castelló se ha producido un ligero repunte del 3,5%. Las tres provincias registran precios por debajo del año 2004. Entre enero y marzo de 2010 marzo se produjeron en la Comunitat 351 transacciones por valor de 81,7 millones de euros y una superficie de 330.500 metros cuadrados.

Una situación similar se produce en el caso del conjunto de España. El precio del suelo para construir pisos ha descendido un 14,3% en el último año y se sitúa en 204,7 euros por metro cuadrado. En el primer trimestre de 2004 el precio era de 206,5 euros.

La banca y el primer escalón de la burbuja inmobiliaria

El incremento exponencial del valor del suelo entre 2004, 2005 y 2006 fue uno de los principales impulsores de la burbuja inmobiliaria y del crecimiento desmesurado del precio de la vivienda. El estallido de la burbuja a final de 2007 ha provocado un descenso progresivo de precios que se ha acelerado en el último año para situarse en niveles casi anteriores al boom. Es una buena noticia para los potenciales compradores de pisos o inversores interesados en iniciar, cuando el mercado lo demande, nuevas promociones de viviendas. Sin embargo, los descensos de precios suponen un golpe para las entidades bancarias que se han quedado con millones de metros cuadrados de solares urbanos en dación de pago de deudas de promotoras y constructores que no han podido atender sus compromisos de deuda. El Banco de España ya ha reclamado provisiones del 30% para activos inmobiliarios que no se venda en dos años, pero en algunos casos la pérdida de valor es aún mayor.