¿La reforma impulsada por el Gobierno satisface sus expectativas?

No conozco el texto definitivo. Sólo el primer borrador. Lo que anunció el Gobierno hace días es una reforma que actúa sobre todo en los márgenes del mercado laboral y no va a la sustancia. Busca la flexibilidad en el marco partiendo de lo que hay y el peligro es que, como en las anteriores reformas (las de los años 80, 1994 y 1997), deje las cosas como están.

¿Hay causa para una huelga general?

No veo la justificación. Se hace porque los sindicatos se sienten obligados una vez que no se logró pactar la reforma. La hacen con la boca pequeña y la aplazan a septiembre para unir otras cosas, como la posible reforma de las pensiones.

¿Cuál es su percepción de la dudas que persisten en los mercados hacia España?

Estos días se han producido datos muy positivos con lo que difundió el gobernador del Banco de España. Me ha gustado todo lo que ha dicho: que se van a hacer pruebas de esfuerzo o "stress" a todas las entidades financieras, que se divulgarán los resultados, que se intervendrá a las que no reúnan las condiciones de solvencia y que la reordenación del sector se culminará ya. Estas decisiones son muy convenientes. A causa de los problemas del sector de la edificación, y debido a la exposición de determinadas entidades financieras al riesgo inmobiliario, se ha generalizado la desconfianza hacia el sector financiero español en su conjunto, cuando lo cierto es que existen entidades muy sólidas, tanto cajas como bancos . Pero la falta de transparencia que ha habido hasta ahora ha perjudicado a todas. La tradicional discreción del Banco de España no funciona bien en circunstancias de crisis como la actual porque existe un alto grado de recelo y desconfianza en el mercado no sólo hacia el Banco de España, sino también hacia la Reserva Federal y otros reguladores y bancos centrales. Por eso es muy bueno este compromiso de transparencia.

¿Será suficiente para tranquilizar a los mercados?

Con esto y algunas cosas más, podríamos dar la vuelta a la esquina y superar la desconfianza.

¿Qué otros requisitos se precisan?

Además de la reforma financiera, necesitamos una reforma laboral seria, acometer la consolidación fiscal a corto plazo -en esto ya se ha hecho algo con el ajuste anunciado- y hacer lo mismo a medio plazo, lo que significa actuar sobre pensiones y sanidad a causa del efecto demográfico. Si hacemos esto, podremos recuperar la confianza.

¿Por qué se perdió?

Ha tenido que ver con una sensación de falta de gobernabilidad y de que España no estaba tomando las medidas que se precisaban. Pero hay cosas que tienen solución. La confianza se puede recuperar demostrando que sí se gobierna. Tanto el Gobierno español como el Banco de España han pecado un poco de exceso de confianza. El primero se confió porque la deuda pública española es baja y el segundo, porque la situación financiera española era buena y no hubo que hacer grandes intervenciones de bancos. Pero los mercados miran hacia adelante y anticipan el impacto del desplome inmobiliario en el sistema financiero y también en las cuentas públicas. El Gobierno se confió en que su deuda era baja sin percatarse de la caída gigantesca de los ingresos que generaría para las administraciones la crisis inmobiliaria y del tremendo aumento de los gastos a consecuencia de los estabilizadores automáticos (caso de la cobertura del desempleo). En Reino Unido y EE UU (Alemania aún no lo ha hecho), hicieron un saneamiento financiero rápido porque estaba al borde de la catástrofe. Aquí, como había bancos más fuertes, se tomó con calma.

Además del recelo de inversores que legítimamente exigen garantías de recuperar lo que nos presten, ¿no están actuando también especuladores que fuerzan caídas deliberadas, incluso recurriendo a difundir bulos, para ganar dinero?

Una vez que alguien ve una debilidad, el especulador trata de obtener beneficio con su información. Pero el especulador no es capaz de crear la debilidad. Pero si tenemos el paro más elevado de la OCDE y una "burbuja" inmobiliaria, hay causa para que alguien trate de explotar esas circunstancias. Pero los especuladores cumplen otra función. Contra las casas y bienes inmuebles no se pueden hacer fácilmente apuestas a la baja (es posible, pero hace falta un "hedge fund") y esto ha sido negativo. Si se hubieran podido tomar posiciones cortas contras las casas, los precios de las viviendas no hubieran podido llegar a los niveles que alcanzaron y hubiéramos frenado la "burbuja"

Si el derrumbe inmobiliario ha sido la principal causa de destrucción de empleo en España y si tenemos el problema de recolocar a esos parados en otras actividades, ¿no se está exagerando la capacidad de la reforma laboral para corregir el desempleo?

Los salarios reales empezaron a subir con fuerza en España en el primer trimestre de 2009. Fue la mayor subida salarial en términos reales en mucho tiempo. Y esto se produjo en plena caída del empleo y del PIB. Si cae la demanda de empleo y al tiempo sube su precio, estamos ante una receta para la catástrofe. Esto lo que revela que el mercado laboral no funciona. El Reino Unido tiene una situación peor que la nuestra, tiene un sector financiero en posición mucho más delicada -y que, como aquí la construcción, había sido el que más empleo creaba antes de la crisis- y sin embargo el paro subió menos que en España. Lo que refleja el caso español es crucial: una falta de flexibilidad para adaptar los convenios a las condiciones generales de la economía y a las específicas de cada empresa. La idea de que el empresario quiere pagar poco y despedir no es justa: las empresas quieren crecer y tener trabajadores satisfechos. Lo que hay que hacer es facilitar cláusulas de descuelgue de las empresas cuando su situación no les permite mantener lo pactado en el convenio general y hacer posible el ajuste salarial y de capacidad cuando lo imponen las circunstancias. Prohibir o dificultar en extremo el despido lleva a que no se contrate.