Los sindicatos ya no son los únicos que ponen reparos a la "fusión fría" entre la CAM, Cajastur y las cajas de Extremadura y Cantabria. Al menos ocho de los veinte miembros del consejo de administración de la entidad alicantina confirmaron ayer a este diario que están dispuestos a votar en contra de la operación si el contrato final incluye la concesión de plenos poderes durante 12 años al futuro consejero delegado del SIP, el asturiano Manuel Menéndez. Además, el resto de los consultados también mostró su rechazo ante las elevadas exigencias de Menéndez aunque no quisieron avanzar el sentido de su voto hasta no disponer de más información.

El enfado entre los consejeros de la CAM es más que palpable ya que consideran que ceder a las pretensiones de los asturianos sería como "regalarles la caja". "Yo voté a favor de un protocolo de intenciones en el que había un liderazgo compartido del SIP, si ahora se va a dejar todo en manos de Cajastur que no cuenten conmigo", señalaba ayer uno de estos consejeros bastante molesto. Otro llegaba a asegurar irónicamente que, bajo estas condiciones, "casi hubiera sido preferible una intervención del Banco de España". "Lo que plantean es una asimilación no una alianza", añadía el citado consejero, con una amplia experiencia dentro de la caja.

Papel del consejero delegado

Aunque desde un principio algunos miembros del consejo vieron con malos ojos el hecho de que la CAM y Cajastur tuvieran el mismo porcentaje de acciones en el SIP -el 40%- pese a que la primera duplica en tamaño a la segunda, ha sido el papel del futuro consejero delegado del grupo lo que ha agotado su paciencia. Como publicó este diario el pasado lunes, Menéndez pretende asegurarse el cargo durante al menos 12 años (el mandato sería de seis años pero se renovaría automáticamente si las dos entidades no se ponen de acuerdo en su sucesor) y, además, quiere que la junta genera delegue en él todos sus poderes de forma irrevocable.

Las negociaciones continúan y los responsables de las cuatro entidades implicadas confían en llegar a un acuerdo lo antes posible aunque ya no podrá aprobarse antes de hoy, la fecha que en un principio se barajaba para la celebración de los consejos que debían dar el visto bueno. Desde la CAM han intentado que el Banco de España ejerciera su más que notable influencia sobre Menéndez para que éste rebajase sus pretensiones. La dirección remitió al organismo regulador un borrador del contrato con sus objeciones y señalando que las propuestas del asturiano son contrarias al informe Aldama-Olivencia, considerado como la "biblia" de las prácticas de buen gobierno en las cajas.

Otros consejeros esperan en que la sangre no llegaría al río y que las direcciones de CAM y Cajastur conseguirían zanjar sus diferencias. Mientras, fuentes de Competencia consideran improbable que prospere la demanda del sindicato mayoritario de la CAM, Sicam, que rechaza el SIP por no estar los trabajadores en el consejo y por el reparto de poder.