El presidente de la Confederación Empresarial Valenciana (CEV), José Vicente González, aprovechó ayer la celebración de la asamblea general de la organización para lamentar públicamente el desastre que ha supuesto para la Comunitat Valenciana el reciente proceso de reestructuración de las cajas, que ha conllevado que la CAM acabe bajo el control de Cajastur y Bancaja, del de Caja Madrid: "Hemos pasado de tener las cajas de ahorros tercera y cuarta a no tener ningún centro de decisión". Pero no buscó enemigos externos: "Cuando no se plantea a tiempo una estrategia, otros te la hacen". Y aquí lanzó su dedo acusador, principalmente a los gestores de ambas entidades, al señalar la forma como debían haber actuado (auspiciados por los dirigentes políticos) para haber propiciado la fusión interna -aunque admitió que en este momento era "muy difícil"- o al menos estar en una posición solvente de cara al proceso de concentración en España: "No tanta inversión en el sector inmobiliario, no abrir una oficina al lado de la otra, pensar en Comunidad y no en provincia y planear a tiempo una estrategia que permitiera liderar el proceso".

La CEV y su presidente fueron los primeros en reclamar que Bancaja no se uniera a Caja Madrid. Su petición no tuvo el menor efecto. Ayer, González desveló que ha recibido comentarios de "un sinfín de empresarios que se encontraban sorprendidos y decepcionados por la decisión final". No obstante, ya en declaraciones a la prensa, aseguró al respecto que lo que la organización no va a hacer es "patalear", porque ahora "nuestro principal problema es que fluya la financiación y, por ello, "debemos apoyar a Bancaja", a la que echó un capote al añadir que "seguramante" el SIP con Caja Madrid era la "mejor decisión o quizá la única posible habida cuenta de las circunstancias y del tiempo". Respecto al dinero, afirmó que, en una primera instancia, las diferencias no van a ser notables para los empresarios por el hecho de que Bancaja haya caído en los brazos de Caja Madrid, principalmente porque la entidad valenciana tendrá la operatividad exclusiva del grupo en la autonomía, aunque, dado que la sede operativa estará en la capital de España, habrá decisiones sobre créditos "de cierto importe" que no se tomarán en la Comunitat Valenciana, porque el máximo responsable de la fusión no es Bancaja sino Rodrigo "Rato", presidente de Caja Madrid.

Precisamente, sobre la financiación José Vicente González aseguró que en la CEV han dejado de ser preocupantes los problemas de financiación que ha padecido por las pasadas irregularidades en los cursos de formación. Según dijo, el plan de saneamiento "avanza más deprisa de lo previsto" y todas las entidades que forman parte de la organización, como Cepimev, "están en resultados positivos". De hecho, las cuentas de 2009 se cerraron con un superávit de 199.000 euros, lo que supone un 11% por encima de lo presupuestado. En el gasto, crecieron un 110% las provisiones debido a una dotación por una minoración en unos cursos de formación, que el secretario general de la CEV, Enrique Soto, dio por solventada.

Morata preside el Consejo de Cámaras

El pleno del Consejo de Cámaras de la Comunitat Valenciana designó ayer por unanimidad como nuevo presidente a José Vicente Morata, quien sustituye en el cargo a Arturo Virosque. Este último ha presidido el consejo durante los últimos doce años y este mes fue relevado al frente de la Cámara de Valencia por el Morata. Durante la sesión se nombró al resto de miembros del comité ejecutivo para los próximos cuatro años. José Enrique Garrigós, presidente de la Cámara de Alicante, ostentará la vicepresidencia primera; Salvador Martí (Castelló), la segunda; Enrique Rico (Alcoi), la tercera, y Félix María Cerdán (Orihuela) será el tesorero.