La Comisión Nacional del Mercado de Valores reclamó antes del principio de verano a una decena de caja de ahorro entre las que figura Bancaja aclaraciones sobre sus cuentas anuales de 2009. Concretamente, la CNMV centró sus pesquisas en la valoración contable que las entidades realizaron de las inversiones que tienen disponible para la venta. Fuentes de la entidad que preside José Luis Olivas admitieron ayer que recibieron el requerimiento del órgano supervisor de mercados y que fue remitida la documentación aclaratoria, lo que disipó las dudas de la CNMV. Entre las cuestiones sobre las que se pidieron aclaraciones, Bancaja señaló que figuraba su valoración de su participación en Iberdrola, del 5,74%, que imputaba al patrimonio y no a su cuenta de resultados. Se trata del mismo mecanismo contable que emplea ACS para integrar en sus balances sus acciones en la eléctrica que preside Ignacio Sánchez Galán. Iberdrola ha impugnado las cuentas de ACS por esa razón. Bancaja apoyó en el consejo de la empresa energética la decisión de dar la batalla judicial, pese que computa igual los títulos de Iberdrola.

No obstante, según fuentes de Bancaja, la CNMV ha dado por buena la valoración de activos efectuada por Bancaja y no ha solicitado a la entidad ahora integrada en un SIP con Caja Madrid que realice modificaciones en sus balances. Desea Bancaja se señaló que sus cuentas no han recibido salvedades por parte de los auditores.

También Caja Madrid recibió de la CNMV explicaciones sobre algunas cuestiones relativas a sus balances de 2009. Según publicaba ayer Expansión, el resto de entidades que han recibido recomendaciones del supervisor de mercados son La Caixa, Caixa Catalunya, Caixa Terrassa, Caja Guadalajara, Caixa Galicia, Duero o Caja Castilla-la Mancha o Cajasur, ambas intervenidas por el Banco de España. Si las explicaciones no son convincentes, la CNMV puede pedir a las entidades que modifiquen o ajusten sus balances.

La principal discrepancia reside en la valoración de inversiones disponibles para la venta. La CNMV entiende que cuando un activo se deprecia un 40% en año y medio debe quedar reflejado. Las entidades financieras entienden que debe existir un análisis individualizado de cada caso. Es lo que ha ocurrido con Caja Madrid, que según el órgano supervisor de la calidad de información que se remite a los mercados, cuenta con activos disponibles para la venta que podrían estar deteriorados. La caja que preside Rodrigo Rato sostiene que determina caso por caso la salud de sus inversiones.

Precisamente la valoración de la cartera de inmuebles de las entidades financieras es uno de los asuntos que más preocupa a los órganos supervisores. El Banco de España obligará a cajas y bancos a provisionar el 30% del valor de tasación de los inmuebles en manos de la banca procedentes de embargos o ejecuciones hipotecarias que no se hayan vendido en un año. Los supervisores temen que las carteras de pisos no estén valoradas correctamente.