La economía sumergida, aquella que escapa al control de los gobiernos y de las autoridades tributarias, oscila entre el 10 y el 20 por ciento del Producto Interior Bruto de la Unión Europea , mientras que en España se situaría en la parte más alta de esa horquilla.

Así lo aseguraron ayer algunos de los expertos que han participado esta semana en Almería en unas jornadas sobre fraude fiscal celebradas bajo el título "La lucha contra el fraude fiscal: procedimientos y medidas administrativas y fiscales".

El profesor emérito de Derecho Tributario de la Universidad de Lovaina (Bélgica) señaló que justo en un momento en el que los gobiernos se afanan en realizar ajustes en las cuentas públicas y buscan optimizar al máximo los recursos disponibles, es necesario afrontar este delito desde el ámbito europeo y la cooperación internacional.

El coordinador de delitos contra la Hacienda Pública de la Delegación Especial de la AEAT en Andalucía, Francisco Velasco, reiteró la importancia de intercambio de datos entre países para luchar "contra el gran fraude internacional financiero" e insistió en desterrar los paraísos fiscales.