El comité de supervisores bancarios europeos (CEBS, según sus siglas en inglés) ha concretado las medidas que propone a la Comisión Europea para evitar que los banqueros incurran en riesgos excesivos, muchas veces motivados por el cobro de primas a corto plazo. Una de las medidas es segmentar el pago de bonificaciones difiriendo la transferencia de entre un 40% y un 60% de la prima hasta tres y cinco años después, según el riesgo adoptado.

La normativa, más dura que la habida hasta ahora en centros financieros como la City londinense, obliga a que al menos la mitad del pago inmediato sea en acciones u otros valores, mientras que el resto puede ser pagado en efectivo. E igual con el pago diferido. Por ejemplo, si el 40% de una bonificación es pagada de inmediato, el banquero podrá recibir solo el 20% de todo el bono en efectivo nada más conocer los resultados de su operación. Además, las primas tendrán un tope según la base de ingresos del banquero, y éste tendría la obligación de devolverlos si se demuestra que han sido premiados por tomar acciones excesivamente arriesgadas, según las directrices del CEBS.

Blindajes

Por otra parte, los "paracaídas dorados", blindajes para recompensar a los directivos que dejan el banco, no estarán permitidos por no estar relacionados con el rendimiento de su trabajo, y los banqueros tampoco podrán ser "premiados por fracasar". También serán prohibidos los bonus garantizados durante varios años. "En todos los casos, la separación entre componentes fijos y variables tiene que ser absoluta. No puede haber ninguna fuga entre ambos componentes", recogen las recomendaciones.