El grupo Siliken, compañía del sector de las energías renovables controlada por la familia valenciana Serratosa-Luján a través de Inversiones Zriser, ha dado un golpe de autoridad en el negocio de la industria solar en España al poner en marcha una planta de producción de silicio purificado, ubicada en Casas Ibáñez (Albacete). Esta materia resulta determinante para reducir costes en la fabricación de paneles solares -principal actividad de Siliken- y mantener la competitividad en un negocio dominado sobre todo por grandes potencias mundiales como EE UU, Alemania, Japón, China, Canadá y Rusia.

Siliken quiere tener la fábrica de silicio puro a pleno rendimiento en el primer trimestre de 2011, año en el que espera comercializarlo para otras industrias. El silicio purificado de grado solar, obtenido a partir del silicio metalúrgico, es la materia prima base del proceso de producción de las células solares con las que se realizan los módulos fotovoltaicos. Su demanda ha crecido de manera significativa en los últimos años debido al auge del sector, y su escasez puede generar tensiones de precio en el mercado, que se acaban trasladando a todos los actores de la industria. Con todo, difícilmente se pueden repercutir al cliente en su totalidad ante la exigencia de reducción de costes que impera en el sector.

Costes de fabricación

Para esta firma valenciana la creación de la filial Siliken Chemicals es clave en su apuesta por reducir costes de fabricación de paneles solares y mantener la competitividad. Según su presidente, Carlos Navarro, "nuestros productos están reconocidos internacionalmente entre los de mayor calidad y eficiencia, pero en el entorno actual los costes de fabricación son determinantes para mantener tu competitividad. Por eso -puntualiza- disponer de nuestro propio silicio es un hito fundamental en la estrategia de negocio. Este hecho, complementado con incrementos de capacidad de fabricación en el exterior y una decidida apuesta por la automatización, nos va a permitir seguir aumentando la presencia internacional y la cuota de mercado en los próximos años".

Siliken ha logrado una cifra de negocio del primer semestre que se eleva a 156,8 millones de euros, que se corresponden con 75 megavatios de potencia entre venta directa de paneles y construcción de plantas fotovoltaicas, y que suponen un incremento del 267% respecto de los 42 millones de euros logrados en idéntico período de tiempo de 2009.

La mercantil prevé terminar el año 2010 con más de 140 MW vendidos (de ellos apenas el 10% en España) y una cifra de facturación superior a los 300 millones. Su principal negocio radica en el exterior. La regulación del Ministerio de Industria, que reduce la prima por producción de electricidad fotovoltaica, ha paralizado inversiones en España.

En auge para la industria tecnológica

El silicio puro también se usa en la industria de los semiconductores. Con ello se fabrican lápices de memoria USB, ordenadores, chips y pantallas LSD, entre otros productos. El silicio metalúrgico, el necesario para poder producir el purificado, es producido por todo el mundo en cantidades industriales dado el crecimiento de la industria relacionada con las tecnologías de la comunicación durante los últimos años. Esa materia prima llega de Noruega, China y Brasil, así como de España, que es el segundo fabricante mayor del mundo de silicio metalúrgico de la mano de Ferro?atlántica, del grupo Villar Mir. Sin embargo, el silicio purificado (el que se está haciendo en la fábrica de Siliken) se produce principalmente en EE UU, Alemania, Japón, China, Canadá y Rusia. Si a finales de los noventa el consumo de silicio para fines relacionados con la energía solar era de un 5%, una década después alcanzaba el 50%. La investigación se centra en obtener una mejor relación entre rendimiento y precio