Los concurso de acreedores presentados en la Comunitat Valenciana han disminuido un 18,4 por ciento en el primer semestre de 2010 en comparación con el mismo periodo del año anterior, rompiendo así la tendencia alcista de las insolvencias, que entre 2007 y 2009 aumentaron un 411,6 por cien.

Estos datos han sido facilitados hoy por el vicepresidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Fernando de Rosa, ha admitido que aún están "muy lejos" de las cifras anteriores a la crisis económica, por lo que habrá que seguir "tomando medidas" que reduzcan "la masiva entrada de asuntos en los juzgados".

No obstante, De Rosa, que ha clausurado hoy el quinto "Encuentro Justicia y Empresa", celebrado en la Ciudad de la Justicia de Valencia, ha instado a los empresarios a que acudan con mayor prontitud a los juzgados cuando sus negocios tengan problemas para evitar así su cierre, y no únicamente para "recibir el certificado de defunción".

"Es como un enfermo que tarda demasiado en ir al hospital. Si hubiera ido antes habría sobrevivido con un tratamiento de choque", ha ilustrado el vicepresidente del Consejo.

Según las estadísticas de este órgano, en 2007 los juzgados valencianos registraron 232 concursos de acreedores, 685 en 2008 y 1.187 en 2009, mientras que en el primer semestre de 2010 han tramitado 545.

En el caso de la provincia de Valencia, la disminución registrada en el primer semestre de este año has sido del 30%.

Estos datos, "termómetro indiscutible de la evolución económica de las empresas", reflejan un aumento del 195,3% entre 2007 y 2008, y del 411,6% entre 2008 y 2009.

La cifra estatal mantiene esta misma trayectoria, pasando de 1.589 entradas en 2007 a 4.813 en 2008 y 7.768 en 2009, aunque en el primer semestre también ha registrado una bajada del 13,4%.

El vicepresidente de la Cámara de Comercio de Valencia, Vicente Folgado, que también ha intervenido en la rueda de prensa, ha subrayado el argumento del vicepresidente del Consejo para "procurar que la Ley Concursal se utilice como una forma de salir de la crisis y no sólo de certificar la muerte".

"En muchas ocasiones, por no plantear antes el concurso, se arrastra también a otras empresas dependientes de la afectada", ha advertido.

De Rosa opina que la Ley Concursal "es una buena ley", y cree que de no haber existido "el impacto de crisis económica habría sido mayor".

"En España no ha habido cultura de utilización positiva de esta norma como en otro países, aquí se tarda demasiado en acudir al juzgado, y al llegar tarde ya no se pueden reconvertir en viables -las empresas- y evitar el cierre", ha añadido.

También ha apuntado que los jueces tienen que acercarse más "a la realidad de las empresas", ya que la mayoría de ellas son de carácter familiar y afrontan "con dificultades" las dificultades jurídicas.

"Los jueces tienen que saber que son pequeñas y medianas empresas familiares, y que los propietarios arriesgan su propio capital", ha concluido el vicepresidente del CGPJ.