Los portavoces parlamentarios de la comisión no permanente del Pacto de Toledo, que debate la reforma de las pensiones, estudió ayer la posibilidad de que las mujeres puedan complementar su periodo de cotización en función de los hijos que hayan tenido para así poder tener derecho a una pensión. La propuesta, que según el diputado de CiU Carles Campuzano comparten PP, CiU, PNV y ERC, también fue aceptada por la portavoz socialista Isabel López i Chamosa, quien dijo a los medios después de la reunión que no le "parece mal" que a las mujeres que han tenido hijos se les pueda computar por cada uno de ellos algún año de Seguridad Social. No obstante, la diputada socialista dijo que ayer se analizaron cuestiones que ya estaban sobre la mesa y no se ha "concretado nada".

López i Chamosa, también se refirió a la propuesta de CiU de contabilizar el periodo del servicio militar obligatorio a la hora del cómputo de la pensión, pero que "es imposible" porque en ese caso habría que hablar también del servicio social y del sustitutorio, "es decir, esa gente que ha hecho objeción de conciencia". En este sentido explicó que "no se sabe el coste que pueda suponer para la Seguridad Social" y que se podrá estudiar pero "en ningún caso" darlo por hecho.

El diputado del PP Tomás Burgos defendió que se deba "acotar o acercar" las pensiones a los periodos reales de cotización y tener en cuenta determinadas situaciones, como la maternidad, ya que el cuidado de los hijos "merece consideración especial". Burgos explicó que desde la Seguridad Social "no se reconoce el esfuerzo que supone incorporar hijos al sistema, la denominada cotización demográfica". Dijo que no sólo hay que valorar las cotizaciones económicas, sino que debe tenerse en cuenta también "la aportación en forma de hijos", porque el sistema se sostiene con futuros cotizantes.

2.000 millones por la inflación

Por otro lado, la vicepresidenta económica del Gobierno, Elena Salgado, aseguró en el Congreso de los Diputados que, pese a la congelación de las pensiones en 2011, los pensionistas españoles cobrarán en 2011 unos 2.000 millones más con motivo de la desviación de la inflación en 2010. Según estimaciones del Ministerio de Trabajo, cada desviación de una décima en la inflación de noviembre, la que se utiliza para calcular la revalorización, respecto a la estimación a principio de año, supone entre 90 y 100 millones adicionales en la nómina de las pensiones, con lo que la cifra revelada por Salgado apunta a un IPC del 2% para el próximo año.