España apostó hoy por no modificar los tratados de la Unión Europea para asegurar que sus miembros mantienen la disciplina fiscal y la vigilancia macroeconómica, y en su lugar prefiere buscar otras fórmulas alternativas.

"No creemos que sea necesario abrir un debate institucional sobre reformas" de los tratados, afirmó la ministra española de Exteriores, Trinidad Jiménez, al llegar a una reunión del Consejo de Ministros comunitario.

Alemania y Francia, en su cumbre bilateral de la semana pasada, pidieron que la UE abra la vía, en la cumbre de líderes de los próximos jueves y viernes, a una modificación del Tratado de Lisboa, para incluir sanciones todavía más duras y dotar a la Eurozona de un mecanismo de rescate financiero permanente.

Jiménez explicó que la postura española es que el Tratado de Lisboa acaba de entrar en vigor hace menos de una año, por lo que aún no están agotadas todas las posibilidades.

También recalcó que, en un proceso de crisis económica y financiera, con incertidumbre e inestabilidad, no creen que la mejor señal sea reabrir un debate institucional sobre reformas.

España es partidaria de buscar mecanismos que "permitan gestionar la crisis, pero sin tener necesariamente que acudir a un procedimiento complejo de revisión de tratados. Se pueden buscar otras fórmulas". explicó.

El ministro alemán de Exteriores, Guido Westerwelle, insistió en la posición de su Gobierno a favor de modificar los tratados, ya que sería "justo" que un Estado miembro pierda su derecho de voto si no cumple ciertos criterios.

"Las sanciones que tenemos ahora no son suficientes. Necesitamos más disciplina", reiteró.

Westerwelle subrayó que la UE ha iniciado hasta ahora 22 procedimientos de infracción por déficit excesivo, y "ninguno ha terminado con consecuencias".

El ministro alemán reiteró que si pasara otra vez lo que ocurrió en Grecia "Europa estaría muy cerca del abismo", y añadió: "No podemos permitir que haya otra crisis de este nivel".

En la cumbre comunitaria de esta semana está previsto que los Veintisiete respalden las propuestas que les presentará el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, destinadas a reforzar las reglas de gobernanza económica para evitar nuevas crisis presupuestarias como la de Grecia, que estuvo a punto de provocar en primavera el colapso financiero de la Eurozona.

Jiménez dijo que el informe elaborado por Van Rompuy es "interesante" y da respuesta a algunas de las pretensiones españolas, sobre todo con la idea de un mecanismo de gestión permanente de crisis, y ahora la discusión está en "cómo" se pone "en marcha".