¿Es un buen momento para comprar una vivienda? "Es el mejor momento de la historia. Los precios están en los niveles de 2005", sostiene sin pudor el portavoz y vicepresidente del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria, Moisés Sansaloni. ¿Es posible hacerlo? "Están comprando aquellas personas que tienen liquidez, inversores y pequeños ahorradores". La razón: El "cuello de botella" que, según denuncia Sansaloni, está generando el sector financiero. Los informes de los API señalan que en el tercer trimestre del año, la banca rechazó el 83% de las operaciones que presentaron los agentes inmobiliarios de la provincia de Valencia. "Se trata de operaciones que estaban cerradas y que finalmente los bancos han bloqueado porque no dan financiación".

El porcentaje de rechazo se ha incrementado respecto de trimestres anteriores. Durante los años de la crisis se ha situado en torno al 80%, cuando los bancos cerraron el grifo del crédito. Ahora que las entidades financieras se han lanzado a sacar al mercado sus propios activos incluso ha aumentado el bloqueo de operaciones de terceros. La cifra media de rechazo en años anteriores a la burbuja inmobiliaria era del 66%.

Sansaloni denuncia que la clave de ese bloqueo no está tanto en la falta de liquidez de las entidades financieras (que existe y que reconoce) como en las instrucciones que están recibiendo los directores de oficina para que den prioridad a los activos que la banca ha tenido que quedarse como consecuencia de la crisis económica: Ejecuciones hipotecarias, embargos, daciones en pago, etc.

Cajas y bancos han convertido sus sucursales en verdaderas oficinas de venta de pisos con el objetivo de tratar de vaciar sus carteras y sanear sus balances. Las campañas de promoción con descuentos o hipotecas ventajosas para inmuebles propios están a la orden del día. "Están rechazando operaciones de profesionales y sólo financian sus activos", afirma el portavoz del Colegio de Agentes Inmobiliarios de Valencia.

Se trata de la mayoría de los casos de operaciones en los que el cliente comprador presenta perfiles económicos que hace algunos años eran objeto del deseo de los analistas de riesgos pero que ahora se consideran no adecuados. Al tiempo, bancos y cajas publicitan sus existencias de viviendas ofreciendo condiciones ventajosas, períodos de carencia en las amortizaciones y otro tipo de reclamos para desprenderse de los miles de millones de activos inmobiliarios que han acumulado en los ya casi tres años de crisis. "Eso es competencia desleal y falta de ética. No es posible que los que provocaron la crisis ahora impidan movimientos de compra porque no han saneado sus balances", sostiene Moisés Sansaloni.

La queja de los agentes inmobiliarios se escucha a niveles de decibelios superiores a los de los promotores y constructores. Muchos de estos han entregado proyectos enteros a sus acreedores a cambio de liquidar deudas o hacer refinanciaciones. De esta forma, tienen asumido que el mercado no volverá a la normalidad y el equilibrio entre los actores hasta que las entidades financieras se deshagan de sus activos inmobiliarios.

Sin ingresos

Pero la situación de los APIs es distinta. Los agentes de la propiedad viven de las comisiones que se generan en las compraventas y su labor de intermediación. Si las operaciones no se cierran no tiene ingresos y se están encontrando con el fenómeno de que compradores y vendedores (demanda y oferta) se encuentran en el precio pero luego es el banco de turno el que bloquea su cierre porque no contribuye con la financiación. "Los propietarios que realmente quieren vender su vivienda han flexibilizado el precio a la baja, moderando así sus expectativas hasta situar el precio en niveles atractivos para incentivar la compra", explica Sansaloni.