La emisión de pagarés a 18 meses por valor de 1.000 millones de euros que asumirán Bancaja y CAM permitirán a la Generalitat afrontar vencimientos de bonos y obligaciones el próximo mes a costa de incrementar sus costes financieros. La Administración autonómica debe responder los próximos 12 y 24 de noviembre a la devolución de sendas emisiones de bonos y obligaciones por valor de 100 y 750 millones de euros respectivamente.

La decisión de las cajas valencianas de asumir en su totalidad los 1.000 millones de euros de pagarés del Consell supondrá un balón de oxígeno para la Generalitat, que ve cómo los mercados internacionales de deuda cierran el grifo de la financiación o reclaman tipos de interés más altos coincidiendo además con las rebajas de la calificación crediticia de la Generalitat por parte de agencias como Fitch. Con todo, la emisión aprobada por Bancaja y CAM no sale barata. Al igual que ocurre con los bonos de Cataluña para particulares el interés nominal de la operación es un 4%, al que hay que sumar un 0,75% en gastos y un 3% en posibles comisiones. De aplicarse todos estos porcentajes, en realidad la Conselleria de Economía que dirige Gerardo Camps sólo recibirá 922,5 millones de euros, ya que el descuento se aplica previamente en el caso de los pagarés. Dentro de 18 meses, la Administración autonómica tendrá que devolver 1.000 millones de euros.

Los costes de la operación son superiores a los de los vencimientos de noviembre. El día 12 de noviembre el Instituto Valenciano de Finanzas debe devolver 100 millones de euros con un cupón (tipo de interés) del 2,622%. La Caixa ha sido el banco director de esta emisión. Mayor es el cupón de la emisión de obligaciones a cinco años por 750 millones de euros que vencen el 24 del próximo mes al 3,125%. En este caso las entidades que han canalizado la operación son Goldman Sachs, el Royal Bank of Scotland y el alemán West LB.

Con la emisión de pagarés a 18 meses, la Generalitat puede afrontar los vencimientos más urgentes, pero en realidad aplaza el problema hasta verano de 2012 a costa de incrementar sus gastos financieros. El recurso a las cajas valencianas para colocar una emisión con tipos altos pese a tener apenas un plazo de 18 meses refleja las dificultades de obtención de crédito de la Generalitat, del mismo modo que el Govern catalán ha tenido que recurrir a particulares para financiarse con bonos.