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El banco resultante de la fusión de la CAM, Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria nace con una exposición al sector inmobiliario de más de 26.300 millones de euros, según informó ayer el propio Banco Base a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, cumpliendo de esta forma con el ejercicio de transparencia que el Banco de España ha exigido a todas las entidades para tranquilizar a los mercados. Esta cifra supone la mayor de las declaradas hasta el momento por ningún banco o caja de ahorros, si bien es cierto que todavía faltan por conocerse los datos de los cuatro "grandes" del sector -el SIP de Caja Madrid y Bancaja, la Caixa, el Santander y el BBVA- que son los únicos que superan en volumen al grupo de la CAM.

Al respecto, fuentes de Banco Base valoraron ayer que su exposición al ladrillo se encuentra "en la media del sector" y destacaron que han aplicado los criterios "más estrictos" para realizar sus cálculos.

De los citados 26.300 millones, 23.286 corresponden al volumen de créditos que la entidad, que concentra ahora el negocio de sus cuatro socios y de Caja Castilla-La Mancha, tiene concedidos a constructores y promotores. Esto supone el 25,6% de su cartera crediticia total, valorada en unos 90.000 millones, y equivale al 18% de sus activos. El banco destaca, además, que el 86% de esta cantidad está avalada por garantías hipotecarias. Sólo la CAM ya acumulaba 11.200 millones en créditos al sector.

En cuanto a la tasa de morosidad que registra el sector, el informe remitido a la CNMV cifra en un 22,4% el volumen de créditos dudosos -los que tiene ya una mora de al menos 90 días- y otro 19,6% lo clasifica como subestándar -los que están al corriente de pago pero pueden presentar algún problema-. Las cifras irían en línea con lo declarado por la fusión de Caja España y Caja Duero (20,8% de dudosos) o por las cajas gallegas (22,6%). En cualquier caso, la entidad destaca que el índice de cobertura de los créditos morosos es del 112%, lo que significa que el valor de las garantías supera al importe adeudado.

En cuanto al volumen de activos adjudicados, el valor de los pisos y propiedades en manos de Banco Base por embargos o daciones en pago sumaba, a 31 de diciembre, 3.026 millones de euros, tras restar los más de 800 millones que las cajas socias lograron recolocar a lo largo del pasado año. De esta cantidad, 1.462 millones procedían del pago de deudas por parte de promotores y constructores, mientras que otros 1.027 millones correspondían a los inmuebles procedentes de ejecuciones hipotecarias de particulares

El documento también incluye información sobre los vencimientos de deuda que "hereda" Banco Base de sus accionistas. Así, el importe total de las emisiones que deberá devolver la entidad asciende a 37.590 millones de euros, de los que sólo 4.437 vencen este año. Este es uno de los aspectos en los que más hincapié hicieron ayer desde el grupo al señalar que más del 60% de esta cantidad no deberá retornarse hasta más allá del año 2014, cuando el banco ya esté asentado y se espera que la economía esté en plena recuperación.

Igualmente destacaron el importante esfuerzo de saneamiento que se realizó en la cartera crediticia el año pasado.

La falta de información tensa el consejo de la caja

La falta de información previa sobre algunas inversiones realizadas por la caja durante el pasado mes de diciembre, entre ellas la compra de acciones del grupo Subús, tensó la reunión que el consejo de administración de la CAM celebró ayer y en el que la nueva directora general, María Dolores Amorós, tuvo que emplearse a fondo ante las críticas, principalmente, de los vicepresidentes de la entidad. El malestar acumulado durante les últimos meses por algunos de los miembros del consejo, molestos ante la pérdida de peso de este órgano en favor de la dirección del SIP en Madrid, estalló ayer en una reunión en la que, en principio, se preveía que el principal tema de fricción fuera el nombramiento de la directora general de la CAM como directora comercial del SIP, algo que varios consejeros no veían con buenos ojos. Sin embargo, Amorós se adelantó y ofreció explicaciones sobre el asunto antes de que se las pidieran.