Mil setecientos millones de euros en pesetas dan para mucho, y más en momentos de estrecheces económicas. Esa es la estimación del Banco de España del dinero en la antigua moneda que aún queda sin retirar del mercado. Nada menos que 900 millones de euros en billetes y otros más de 800 en metálico. El Supervisor, además, estima que cerca de un tercio de esas monedas se encuentran en manos privadas.

Y los comerciantes más avezados se han dado cuenta de ello. El último en apuntarse a la iniciativa de cobrar en pesetas ha sido el propietario del café bar Flandes de Elx, que pretendía celebrar de esta especial manera los quince años del negocio. Para ello decidió establecer un cambio muy especial: una peseta por un céntimo de euro, lo que, según Andrés Rodriguez, el propietario, permite a sus clientes ahorrar alrededor del 40% sobre el precio habitual. Es decir, una caña de cerveza, que cuesta1,15 euros, se podía pagar con 115 pesetas.

El éxito de la iniciativa, por supuesto, estaba garantizado y el primer día recogieron 15.000 pesetas y consiguieron atraer a nuevos clientes y fidelizar a los de siempre, como reconocía Victorino Martínez: "Para los que hemos dejado muchas pesetas perdidas por los cajones, estas iniciativas nos vienen muy bien".

Pero café bar Flandes ni ha sido el primero en explotar la recuperación de las pesetas ni será el último. Una tienda de indumentaria fallera ha aceptado este mes los pagos en pesetas para dar un impulso al comercio. Ramón Aguas, gerente de Almacenes España de Valencia, reconocía haber vendido un traje de valenciana por 230.000 pesetas.

También la Feria de Comercio de Sagunt se apuntó a una iniciativa parecida, que atrajo, incluso, a clientes de otras localidades.

Pero la iniciativa más amplia por extensión, que llegó a ser protagonista en la BBC británica, se ha producido en el municipio coruñés de Murgados, donde 61 comercios, agrupados en una asociación empresarial, participan durante este mes en la propuesta de vuelta a la antigua moneda.

Las razones de este retorno ocasional a la peseta hay que buscarlas en el intento de reanimar los negocios más pequeños, que están siendo, además, los más castigados por las crisis económica. Los últimos datos referidos al año 2010 ofrecían de nuevo la cara amarga del comercio minorista, con una caída general de las ventas del 3,8 % respecto al año 2009. Dicha caída se registraba tanto en los productos de alimentación (-2,2 %), como en el resto (-4,8 %), pero especialmente en el subsector del equipamiento del hogar (-5,6 %). Y fueron, precisamente, las empresas más pequeñas las que registraron los peores números : las "unilocalizadas" registraron un descenso interanual del 5,3 % y las pequeñas cadenas del 3,8 %.

Ante estas cifras y una rémora de más de cuatrocientos mil empleos y cien mil pequeños negocios cerrados desde el inicio de la crisis en España, cualquier iniciativa que permita revitalizar las ventas es bienvenida. Y la de volver a la peseta está dando buen resultado de momento, aunque como señala Isabel Cosme, presidenta de la patronal del comercio valenciano Cecoval, "se trata de iniciativas a muy corto plazo y que sólo sirven como un pequeño parche".

Reanimar el consumo

Sin embargo, ese pequeño parche permite aflorar unas cantidades de dinero, que aunque pequeñas, consiguen animar el consumo. Hay muchos casos en los que no resulta rentable económica o anímicamente el desplazamiento hasta una de las sedes del Banco de España para realizar el cambio de moneda, por lo que en la mayoría de los casos, estas ofertas de compra en pesetas, ofrecen una oportunidad para dar salida al dinero "perdido por los cajones".

Por otra parte, la particularidad de las iniciativas de cobrar en la antigua moneda, debido a su repercusión mediática, permite a las empresas que se aventuran a contar con una plataforma que les facilita, con un mínimo coste, acceder y presentar su producto a una potencial clientela a la que no tendrían acceso de otra forma sin realizar una importante inversión