La Comunitat Valenciana ha sido la autonomía española en la que más ha descendido la superficie de regadío durante el año 2010, hasta un 6,8 por ciento, según el balance de la Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore). La cifra de cultivos abandonados duplica a los de Murcia -3%- y Castilla-La Mancha -2,4%-, que son las comunidades que le siguen en la lista. Al contrario, Asturias y Cantabria que han registrado un acusado aumento de superficie regable durante el último año.

Las cifras registradas en 2010, además, suponen un cambio de tendencia en España, ya que desde el año 2006, los terrenos de cultivo o se mantenían o se incrementaban, al contrario de lo que ocurre en la Comunitat Valencian. Para la Federación de Regantes, el abandono de esta superficie supone un "perjuicio socioeconómico y medioambiental" para el conjunto de España.

Desde Fenacore consideran que el descenso registrado el año pasado se debe a la "pérdida de rentabilidad de los cultivos", como consecuencia de la "fuerte" subida de las tarifas eléctricas y la caída del precio de los productos agrarios". Una situación que resulta "inviable" para la subsistencia de este tipo de explotaciones en algunas zonas del país. De hecho, esta situación ha provocado que "muchos de los regadíos ya históricos" se han sustituido por cultivos de secano.

En el caso concreto de la Comunitat Valenciana, sólo en el último año se dejaron de cultivar 7.000 hectáreas de cítricos, lo que eleva la superficie de campos perdidos a 14.000 hectáreas, según la Encuesta sobre Rendimientos y Superficies del Ministerio de Agricultura y Medio Rural y Marino. En casi una década, la citricultura valenciana ha perdido unas 25.000 hectáreas, es decir el 13% de la superficie total.

Según Fenacore, el Gobierno "debería conferir al regadío el trato que se merece por su importancia económica y social", ya que la agricultura representa el 2,4% del Producto Interior Bruto (PIB) de España y el sector agroalimentario, más del 20% del PIB. Asimismo, reclaman un "paquete de medidas eficaces que promuevan la agricultura de regadío en España" y "permitan la modernización de más de un millón de hectáreas".

El presidente de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja), Cristóbal Aguado, criticó recientemente su informe de gestión que la falta de rentabilidad del campo se debe a unos precios injustos y apuntó que es necesario corregir los desequilibrios.