La batalla por el control de la producción y comercialización de la nadorcott continúa. Esta variedad de mandarina, cuyas cotizaciones en el mercado y niveles de calidad del producto son muy superiores a las obtenidas por otros grupos de cítricos, estrena otro capítulo judicial tras la sentencia del pasado 29 de abril de 2011 del Juzgado de lo Mercantil número 1 de Valencia. El órgano judicial ha condenado a la firma de un citricultor al pago de 29.061,48 euros a favor del Club de Variedades Vegetales Protegidas (CVVP) como consecuencia de la explotación de un mayor número de árboles de la variedad respecto a los autorizados en su correspondiente contrato de licencia.

Esta organización privada, impulsada en la anterior década por grandes empresas exportadoras para garantizar una producción de calidad de la mandarina tardía, gestiona la concesión de licencias de la nadorcott, cuya producción cede cambio de un royalty (pago por derechos de uso). Las organizaciones agrarias denuncian un supuesto monopolio. Así lo han denunciado recientemente ante la Comisión Nacional de la Competencia (CNC) debido al intento del citado club de variedades protegidas por capitalizar la comercialización de la mencionada mandarina.

La primera sentencia favorable que obtiene el club condena a la entidad demandada a arrancar y destruir (o injertar otra variedad) a su costa la totalidad, y no solo el exceso, de la plantación de nadorcotts existente en una finca. La firma demandada deberá pagar la multa en concepto de "daños y perjuicios" mas los intereses legales y las costas procesales. CVVP considera ilegal la explotación de los árboles de Nadorcott incluso "cuando el inicio de la explotación se haya producido con anterioridad a la concesión definitiva de la protección varietal y dicha explotación continua con posterioridad a esa fecha.

En 2010, el Club de Variedades Vegetales Protegidas estaba autorizado a gestionar un total de 2.200.000 plantas y en estos momentos el cupo está completo. La cosecha de nadorcott protegida, que casi en su totalidad se dedica a la exportación, se acerca a las 120.000 toneladas.

En enero AVA-Asaja denunció al citado club ante Competencia al entender que "aprovecha su posición de dominio sobre este cítrico para restringir la competencia y controlar su producción y venta". La denuncia presentada forma parte de la batería de iniciativas legales anunciadas por la Asociación de Operadores de Variedades Vegetales (ASPVAV), que integra a alrededor de 200 productores y comercializadores de esta variedad. Los productores también denuncias las indemnizaciones millonarias que reclama el licenciatario.