La dirección de Iberia tiene previsto tomar "medidas drásticas" en el aeropuerto de Valencia tras caer la actividad de la compañía un 45 % en este recinto desde el mes de abril como consecuencia de la supresión de los vuelos a Madrid, que solamente opera ahora a través de su firma franquiciada Air Nostrum. La empresa de bandera cuenta con una plantilla de 200 trabajadores en Manises, donde se incluye el personal de los distintos servicios prestados a los pasajeros desde que aterrizan y despegan los aviones ("handling" ), así como los técnicos de mantenimiento de las aeronaves.

Iberia eliminó las citadas rutas con la capital de España -Ryanair también ha dado ese paso desde el arranque de la temporada de verano (finales de marzo)- ante el desplome de pasajeros por la puesta en funcionamiento del tren de alta velocidad AVE entre ambas ciudades. El subdirector de Aeropuertos de Iberia, Francisco Ruano, mantuvo ayer un encuentro con representantes del comité de empresa del aeródromo valenciano, a quienes anunció que la necesidad de tomar medidas, entre las que no se descarta un expediente de regulación de empleo (ERE). A principios de 2011 Iberia ya barajó la posibilidad de trasladar a parte de los técnicos a Barcelona, según informan fuentes de la sección sindical de UGT-Iberia, así como proponer una reducción de jornada del 50 % para los empleados hasta el ejercicio de 2013.

Air Nostrum se hace cargo de los vuelos con aeronaves más pequeños que las empleadas hasta ahora Iberia, cuyas capacidades oscilan entre 50 y 1o0 plazas, en sus rutas entre Valencia y Madrid. El número de frecuencias de vuelos lo determina Iberia. Durante el 2010, llegaron a Madrid 375.463 viajeros procedentes de la Comunitat Valenciana. A pesar de la entrada en funcionamiento del AVE Air Nostrum mantiene a los viajeros en tránsito a Barajas, quienes van a embarcarse allí en otros vuelos A diferencia de Manises, los vuelos que ha dejado Iberia los ha ido asumiendo Vueling y por tanto el personal de servicio ha podido mantener su actividad. La nueva conexión ferroviaria ha supuesto un duro varapalo para las aerolíneas que operaban la ruta Valencia-Madrid, pues en el caso de Iberia pasó de un 70 % de media de ocupación a tan solo el 20% tras circular el AVE.