Los sindicatos de Banco de Valencia confían en que la intervención de la entidad por parte del Banco de España "no implique despidos ni cierre de oficinas". "Esperamos que el Banco de España opte por inyectarle capital, sanearlo y ponerlo en venta y que, hasta que decida qué va a hacer con él, no haya ningún problema con el empleo ni cierres de oficinas", comentó la representante de UGT-PV y trabajadora de la entidad, Regina Bofill. El Banco de Valencia emplea a unos 2.000 trabajadores.

El dirigente sindical reconoció que "en este momento, es muy difícil saber qué va a ocurrir con la entidad", aunque espera que, tal y como les aseguraron cuando se trabajaba en una ampliación de capital, ese proceso "no afecte a la plantilla ni a la red de oficinas". En cualquier caso, ha ratificado que su objetivo es "defender los puestos de trabajo" de los empleados del banco y ha defendido que "la plantilla no está sobredimensionada y, por lo tanto, no tendría que haber problemas de exceso de plantilla". "Pero claro, el Banco de Valencia ya no es la entidad histórica conocida por todos en la Comunidad Valenciana", añadió.

Incertidumbres

Por su parte, el secretario general de CCOO-PV en la entidad, José María Puchades, comentó que si bien la intervención del Banco de España les ha "sorprendido un poco por su rapidez", desde el punto de vista financiero, esa decisión "elimina muchas incertidumbres porque el propio Banco de España ya dice que el banco está para recapitalizar y garantizar los depósitos de los clientes".

Puchades confió en que esa intervención no afecte a los trabajadores y oficinas. "Creemos que la idea es recapitalizar y sanear el banco, pero sin adoptar ninguna medida de carácter estructural que pueda afectar a la plantilla o a las oficinas antes de saber a quién lo venderán", añadió. Y recalcó que la prioridad del sindicato es el mantenimiento del empleo y, como tal, su objetivo es que "esta situación se resuelva como se ha hecho tradicionalmente en el sector, a base de acuerdos de voluntariedad y de intentar que las hipotéticas reestructuraciones de plantilla sean lo menos traumáticas posible".