El Banco Financiero y de Ahorros (BFA), propiedad de siete cajas, entre ellas Bancaja, con un 37 %, tiene el 52 % de Bankia, el tercer banco del país, pero podría perder esa mayoría de control en los próximos meses. Todo dependerá del volumen de participaciones preferentes que finalmente decida canjear por bonos u obligaciones convertibles en acciones. El lunes, el consejo de Bankia celebrado en Valencia analizó las distintas opciones que tiene para cumplir las nuevas normas de capital que le exige la Autoridad Bancaria Europea. En junio debe alcanzar un 9 %, lo que implica 1.329 millones añadidos. Como otras entidades, Bankia baraja utilizar sus preferentes, depositadas en el BFA y que suman un importe de 4.000 millones.

Estas participaciones dejan de contabilizarse como capital de primera calidad con Basilea III. No sucede lo mismo con las acciones, pero canjearlas por bonos u obligaciones convertibles supone que se cede a sus poseedores parte de la propiedad del banco. De ahí que el BFA pueda perder esa mayoría del capital, aunque seguiría controlando la entidad cotizada. Fuentes del banco aseguraron ayer que es prematuro saber qué sucederá, porque la decisión final no está tomada y se desconoce el porcentaje de preferentes que se utilizará o los instrumentos de los que se echará mano, pero no hay que olvidar que el valor en Bolsa de Bankia es de unos 6.000 millones. Así que, con poca cantidad de los citados 4.000 millones que se canjee, el BFA bajará del 50 %, sin duda.

Alianza con el BBVA en un servicio de pago

BBVA y Bankia han lanzado un nuevo servicio conjunto que permitirá al cliente realizar pagos de hasta 20 euros con tarjeta sólo con acercarla a un lector y sin necesidad de firmar recibo ni teclear número pin, según anunciaron ambas entidades, con cuya posible fusión se ha especulado en las últimas semanas. Visa Europe ha colaborado con los dos bancos en el desarrollo de este proyecto y considera este despliegue como un paso fundamental para la adopción masiva de los pagos con móvil en España. La primera fase de implantación del proyecto se dirige a un millón de clientes dentro del anillo de la M-30, en Madrid. Además, ambas entidades instalarán 7.000 terminales de punto de venta (TPVs) en los comercios de dicha zona con un alto porcentaje de transacciones de bajo valor.