La mayor parte de supermercados alemanes —principal destino exterior de los cítricos de la Comunitat Valenciana— ha estado vendiendo naranjas y mandarinas españolas a precios inferiores a los ofrecidos por establecimientos locales. Y eso que la distancia entre Valencia y Berlín asciende a 2.200 kilómetros. A la vista de los resultados que refleja el Observatorio de Precios de la Generalitat Valenciana, desde el arranque de la campaña naranjera 2011/2012, el comercio germano ha tratado de reventar la temporada imponiendo un precio de venta al público medio de 0,93 euros por kilogramo (frente a los 1,55 de España o los 1,75 de Francia), si bien éste puede reducirse a la mitad tal como ha ocurrido en algunas firmas de distribución. Este nivel tan bajo de precios podría implicar la venta a pérdidas.

Los operadores alemanes perfilan esta estrategia al inicio de la campaña citrícola reventando precios en origen, ya que los agricultores tan sólo percibieron 0,14 euros por kilogramo (finales de noviembre), lo que ni siquiera cubre costes de producción: estimados en 0,20€/Kg, según los estudios realizados por el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias. En su evolución, los precios en origen de las naranjas valencianas —en clementinas la situación es parecida— justo antes de las fiestas navideñas, por tanto en el momento álgido de la comercialización, alcanzaron su cotización más baja (0.11 euros por kilogramo), es decir un 45 % inferior al comienzo de la campaña.

A pesar de los bajos precios de venta al público en Alemania sus operadores recuperan holgadamente márgenes comerciales porque los precios percibidos por los productores españoles están por los suelos. Hundir los valores en el arranque de la campaña, según constata un inform de los servicios técnicos de AVA-Asaja, sale rentable a distribuidores foráneos porque les permite recuperar negocio pocos meses después, cuando se produce un mayor volumen de venta. Entre los meses de octubre y diciembre la diferencia neta entre el precio de almacén y el precio de venta al público en Alemania (es decir, el margen comercial) ha crecido en un 35 %. De nuevo, el problema estructural de la citricultura valenciana —miles de productores y escasos operadores comerciales— vuelve a desplomar todavía más los escasos ingresos que perciben los agricultores por la venta de la fruta.

Movilizaciones

A la vista de la situación, las organizaciones del sector valencianas Unió de Llauradors, AVA-Asaja y UPA-PV han convocado movilizaciones de agricultores ante dos supermercados de cadenas alemanas en Valencia para protestar por la grave crisis de rentabilidad que sufren los productores de naranjas y mandarinas. Esta acción se inscribe dentro de la campaña de movilizaciones que han emprendido los citricultores valencianos para exigir soluciones a los graves problemas que arrastra la citricultura. La gravedad de la situación también ha llevado al sector a reclamar una reunión urgente con la consellera de Agricultura, Maritina Hernández, para abordar soluciones ante crisis que afecta de lleno a los productores.