La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, abogó ayer por "aumentar" el fondo de rescate europeo para que países como España e Italia no se vean arrastrados a una crisis de liquidez durante una conferencia en Berlín. Lagarde precisó que sin los "cortafuegos", "países que son fundamentalmente capaces de pagar su deuda, podrían incurrir en un problema de falta de liquidez por una situación anormal en los mercados".

La exministra francesa, que ayer se entrevistó por segunda vez en dos semanas con la canciller alemana, Angela Merkel, afirmó que la eurozona es el "epicentro" de una crisis que podría provocar "una espiral recesionista que podría atrapar a todo el mundo" si no se actúa con "voluntad política" y de forma "colectiva". "Fácilmente podríamos caer en lo que llamamos un escenario como el de la década de los años 30" del siglo pasado, aseguró la directora gerente del FMI en referencia a la depresión que siguió al 'crack' de 1929.

Lagade precisó que es importante que el flujo crediticio fluya e instó a "aquellos países, no todos" que disfrutan de cierto "margen de maniobra" en el ámbito fiscal a que "reconsideren" ese "principio generalizado" de reducir la deuda.

Sus palabras, sin embargo, tuvieron un escaso recorrido, ya que sólo unas horas después, Merkel,rechazó la ampliación del fondo."Ahora la prioridad es poner en marcha el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), terminar las negociaciones y ver cuánto capital podemos aportar" Detrás de sus palabras, además de una cuestión económica, se esconde el temor a que unas mayores garantías hicieran bajar la guardia de los ajustes a los países afectados.