?La polifonía (demasiados ministros dirimiendo en público sus diferencias de criterio económico) y los cambios de posición (algunos, justificados por una crisis que se ha comportado como un agente patógeno mutante, que ha cambiado varias veces su naturaleza desde 2008) contribuyeron a arruinar la credibilidad del anterior Gobierno. El actual, en menos de un mes, ya ha hecho demasiados méritos repitiendo errores análogos

Mariano Rajoy prefirió romper con la tradición de dotar al Ejecutivo de una vicepresidencia económica fuerte y la resultante es que de economía están opinando (y no siempre de forma coherente), el presidente, la vicepresidenta política y los ministros de Economía, de Hacienda, de Asuntos Exteriores y hasta el de Interior. Jorge Fernández se olvidó por un momento de los guardias para hacer su propio diagnóstico sobre el déficit público.

El día 20 se estableció otro récord. La vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, desmintió públicamente a sus dos ministros económicos: al de Hacienda (Montoro), porque dijo que quizás España no pueda cumplir con su compromiso de déficit para 2012 y 2013, y al de Economía (De Guindos), porque había asegurado que en la reforma laboral se optará por imponer una sola modalidad contractual.

Rajoy se pasó cuatro años asegurando que él sí sabía lo que había que hacer, pero sus ministros parecen tener interpretaciones diferentes. También se pasó cuatro años prometiendo un Gobierno con una dirección unívoca e inequívoca, pero De Guindos y Montoro ya se han pisado varias veces la manguera. Y ello pese a que en su toma de posesión De Guindos atribuyó a Montoro (y no a Rato) haber sido su mentor político en los gobiernos de Aznar. Montoro viene de la cátedra y del partido, pero De Guindos procede de la banca (Lehman Brothers y Banco Mare Nostrum)._De ahí que De Guindos quiera el "banco malo" para resolver los problemas del sector financiero que Montoro rechaza. Montoro pide más plazo a Europa para cumplir el ajuste pero De Guindos dice que no habrá más margen. Ahora, además, hay tensiones entre Economía (De Guindos) y Exteriores (García Margallo) a cuenta de quién dirige la proyección exterior de la marca España.

Rajoy se comprometió a un "Gobierno previsible", pero todo está siendo imprevisible. Se estrenó subiendo impuestos (durante cuatro años el PP exigió bajarlos para salir de la crisis) y acaba de apoyar otro impuesto más (la tasa Tobin) tras votar en contra de ella varias veces y después de que Montoro se hubiese mofado tachándola de "retórica inútil e inaplicable". Cuando_Zapatero se reunió con grandes empresarios y banqueros, Rajoy dijo que el Ejecutivo estaba entregado al gran capitalismo y que con quien había que dialogar era con las pymes. El martes el Gobierno organizó una cumbre con grandes empresas.

El cambio de discurso empezó en la noche electoral, el 20 de noviembre. Rajoy dijo en el balcón de Génova que jamás había prometido "milagros". Pero durante cuatro años se le oyó decir que bastaba con echar a Zapatero para que España volviera al empleo, al crecimiento y a la estabilidad.