El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha afirmado que es "absolutamente consciente" de que habrá partes de su reforma laboral que no gustarán a empresarios y sindicatos y que también tiene presente que al PSOE le hicieron una huelga general por una reforma "que no sirvió para nada".

En rueda de prensa tras participar en su primer Consejo Europeo ha confiado en que prime "el sentido común" cuando el Gobierno apruebe la reforma laboral dentro de dos semanas, y que se "entienda" que es una modificación legal "imprescindible" y que "demandan todos los españoles" porque servirá para crear empleo.

Rajoy ha asumido en una conversación informal grabada por las cámaras con el primer ministro finlandés, Jyrki Katainen, antes del inicio de la cumbre de la UE que la reforma laboral que va a aprobar su Ejecutivo le va costar la convocatoria de una huelga.

El presidente del Gobierno ha recalcado que esta conversación "no era pública", pero ha asegurado que "es igual" porque la situación creada le viene "bien" para opinar sobre el asunto.

Al respecto, ha comenzado por alabar el acuerdo salarial alcanzado por empresarios y sindicatos la pasada semana, pero ha recordado a continuación que este consenso no ha sido posible en los asuntos que conciernen a la reforma laboral, como él había pedido con el plazo de mediados de enero.

Por lo tanto ahora al Gobierno le toca aprobar una ley al respecto, porque "hay que hacer una reforma para crear empleo" y para que la legislación sea "más flexible", ya que "las jugadas a corto plazo y pensar en las 24 horas siguientes es enormemente negativo".

En este contexto ha subrayado que al PSOE le montaron una huelga general en septiembre de 2010 por una reforma laboral "que no sirvió para nada".

Fondo de rescate

Por otra parte, Rajoy ha precisado que "en principio" no tiene previsto pedir ayuda del fondo de rescate de la UE para completar la reestructuración de la banca española, que se aprobará el próximo viernes. Pero ha reclamado aumentar el capital del mecanismo por su papel "disuasorio".

"Nosotros, en principio, no tenemos ninguna intención de utilizar el mecanismo ahora", ha asegurado. "Pero es un mecanismo que está ahí y está a disposición de cualquier país que desee usarlo", ha agregado.

A juicio del presidente del Gobierno, lo más importante es que el fondo de rescate tiene "un papel disuasorio", de "mandar un mensaje" a los mercados de que "aquí está todo el mundo, aunque tenga algunas dificultades en un momento concreto, muy bien protegido".

"Por eso, cuanto mayor sea la dotación del mecanismo, lógicamente mucho mejor porque el efecto disuasorio es mayor", ha indicado Rajoy. Y ha recordado que los líderes europeos debatirán aumentar el capital del fondo de rescate en la próxima cumbre de marzo, aunque Alemania mantiene su oposición.

"Va a ser un año difícil"

En su comparecencia final, el presidente del Gobierno ha asegurado que no ha pedido ni al presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, ni al resto de líderes europeos flexibilizar el objetivo de reducción de déficit para España con el fin de ajustarlo a las perspectivas de crecimiento. No obstante, Barroso ha abierto este lunes la puerta a una posible revisión y ha sugerido que se abordará en el Ecofin.

Rajoy ha reiterado su compromiso con el ajuste fiscal y las reformas estructurales, pero ha reclamado que estos esfuerzos vayan acompañados por instrumentos en la UE para garantizar la liquidez.

"Este va a ser un año complicado, un año difícil, las previsiones económicas son negativas, y es prioritario y fundamental que a la consolidación fiscal y a las reformas estructurales se le acompañe el funcionamiento de mecanismos de liquidez, el mecanismo que firmaremos el mes de marzo (en referencia al fondo permanente) y también las actuaciones del Banco Central", ha concluido.