El bloqueo de las negociaciones entre los trabajadores del puerto de Valencia y la Sociedad de Estiba y Desestiba (Sevasa) mantienen en punto muerto el plan para mejorar la competitividad, con el que se pretende rebajar los costes para atraer las navieras en medio de una lucha sin cuartel por ganar, o al menos mantener, los tráficos frente a otos puertos del Mediterráneo.

El director general de Sevasa, Ricardo Mallach, declaró a Levante-EMV que el acuerdo para mejorar la competitividad del puerto es «indispensable» y «urgente» ante las ofertas que presentan otros puertos, que ya se han hecho notar en el desvío de algunos tráficos de compañías como MSC, que se han llevado buques de Valencia al puerto Giogia Tauro, situado al sur de Italia. «Si no mejoramos rápido y somo capaces de ahorrar los costes, las navieras podrían trasladarse a otros lugares que consideren más competitivos».

De hecho, en el caso de Valencia, un 60 % del tráfico portuario corresponde a transbordos de contenedores, un mercado caracterizado por su volatilidad, puesto que «trabajan con márgenes muy reducidos y cualquier pequeño ahorro en los costes es muy importante». La competencia para atraer a las navieras en otras instalaciones se está forjando mediante la optimización de los costes por contenedor. Para esta mejora, según Mallach, es necesario que los trabajadores cumplan de forma íntegra las seis horas diarias de trabajo, según refleja el convenio colectivo y se realicen las 26 jornadas laborales mensuales, además de la existencia de una mayor flexibilidad. Sevasa considera «indispensable» cumplir estos requisitos, para lo que aplicaría un incremento salarial del 3,2 % en 2012.

Los estibadores culpan a Sevasa

Sin embargo, Rafael Beses, secretario de Marítima Terrestre y representante de los trabajadores, considera que Sevasa, solo pretende cargar las responsabilidades de la operatividad del puerto sobre la estiba. Beses señaló que si las negociaciones sobre la competitividad están paralizadas se debe a que la empresa se ha negado a cumplir con los compromisos pactados, entre los que se encontraba trasladar a los trabajadores la subida salarial del 3,2 % el 1 de enero.

Respecto al cumplimiento íntegro de las jornadas de seis horas responabilizaron a la patronal. «Sólo hay un autobús para trasladar a los empleados por el puerto, por lo que si quieren agilizar los relevos, no tienen más que poner mejores medios de transporte», sentenció Beses. El representante de los trabajadores mostró su disposición a llegar a pactos, «de hecho no nos hemos levantado de la mesa», dijo, pero considera poco afortunado comparar las condiciones del puerto de Valencia con las de otros como Tánger-Med, con el que consideran que no se puede competir en igualdad, por las condiciones laborales en que se encuentran sus trabajadores.