La junta del banco ha anunciado una querella contra usted, Parra, Olivas y Aurelio Izquierdo. Además, está imputado en otra querella que investiga un juzgado valenciano en la que le acusan de delitos graves.

Nadie está imputado en este momento. Se dice que me citarán como imputado. El hecho de ver mi nombre en una querella me causa una consternación que no se imagina.

¿Piensa en su fuero interno que pueden tener razón?

Al cien por cien, no. Deseo más que nadie que se determinen las responsabilidades. Tan es así que he puesto a gente de mi despacho a investigar cosas de otros.

¿Qué?

Qué tipo de relaciones económicas ha habido, qué tipo de vinculaciones, de transacciones... No he encontrado nada significativo, porque me hubiera ido al fiscal.

¿Del consejo de Bancaja, del Banco de Valencia, de empresarios?

Las vinculaciones. No tengo facultades de auditor forense. De mí no encontrarán nada.

¿Qué ha pasado con la auditoría de Bankia contra Bancaja que los consejeros valencianos apoyaron?

Yo, no. Es un error que quedará sin efecto.

¿Ha sido muy negativo el expresidente de Bankia, Rodrigo Rato, para Valencia?

No le puedo contestar. Si me dice usted si he estado al cien por cien de acuerdo con Rato le digo que no.

¿En qué?

Eso entra dentro de la confidencialidad del consejo.

¿Fue un error la fusión de Bancaja y Caja Madrid?

Algo había que hacer. El deterioro de las entidades era considerable. Es innegable que había quebranto de activos muy importantes.

¿Está herida de muerte la obra social de Bancaja?

Va a tener que vivir de otra manera si no tiene ingresos recurrentes. Esperemos que pueda continuar. Yo creo que sí.

Después de todo lo que ha sucedido, ¿por qué continua en Bancaja, BFA y Bankia?

Es difícil de creer, pero no es por interés personal. Soy consejero dominical, que debe atender el interés social de la entidad. No me parece responsable irme. Ahora, además, tengo gran confianza en el grupo.

¿Debe dimitir Olivas?

No tengo opinión al respecto.

¿Qué papel ha jugado la Generalitat?

Nunca he oído que haya dado instrucciones políticas. Ya sé que prima hablar de la politización.

Hombre, mueve a la risa, visto lo visto.

De este presidente solo puedo decir que su actitud es impecable.

Pero Alberto Fabra ha llegado cuando las cajas ya estaban muertas.

No haré valoraciones de otros, pero sí le diré que ni cuando fui presidente de Bancaja [1997-1998 recibí una llamada].

¿Ni siquiera de Olivas cuando era conseller de Economía?

Jamás.

Pues fue el PP el que provocó la caída de José María Simó Nogués que le llevó a usted a la presidencia de Bancaja.

Simó cayó debido a problemas de salud serios. Tuvo más que ver con las relaciones con el director general, Emilio Tortosa.