El equipo gestor de Bankia liderado por su presidente, José Ignacio Goirigolzarri, está negociando la venta de una parte de la red de oficinas para evitar cierres y los consiguientes costes de despidos, según informaba ayer el diario económico Expansión. Fuentes de la entidad financiera no quisieron pronunciarse al respecto, si bien recordaron que el plan de recapitalización de la entidad contempla la venta de participaciones empresariales no estratégicas (todas excepto Mapfre) y la reducción de la estructura del banco. En este contexto, según el citado rotativo, Bankia ha iniciado conversaciones con entidades asiáticas y latinoamericanas, concretamente, chinas y brasileñas, con el propósito de vender una parte de sus sucursales. Se trataría de colocar unas 300 oficinas, lo que dejaría el número final de la red en 2.900, lejos de las 4.000 que tenía el grupo cuando surgió con la fusión de Bancaja, Caja Madrid y otras cinco entidades de ahorros de menor tamaño en junio de 2010.

Esta reducción implicaría que el banco traspasase a la entidad adquiriente a un total de 1.500 trabajadores, con lo que la plantilla se reduciría a 19.300, frente a los 24.600 que la componían en el momento de la fusión. Expansión asegura que Madrid, Valencia y Castelló son las provincias que permitirían a Bankia diseñar una red que cumpla las expectativas de cualquier comprador.