El Departamento de Justicia de Estados Unidos y la fiscalía del Distrito de Manhattan han comenzado una investigación contra el banco alemán Deutsche Bank bajo la presunción de que la entidad podría haber transferido miles de millones de dólares a países bajo sanción económica, como Irán, Sudán o Corea del Norte, a través de su división estadounidense, según informaron fuentes cercanas al caso al diario 'The New York Times'.

La investigación contra el Deutsche Bank se suma a los procesos realizados contra otras cinco entidades financieras bajo la sospecha de que habrían operando en nombre de los bancos de los países sancionados aprovechando un vacío de la ley estadounidense, que fue finalmente revisado en 2008.

Junto al banco alemán también han sido investigados desde 2009 ABN Amro, Barclays, Credit Suisse, Lloyds, y más recientemente ING. En todos estos casos los bancos han alcanzado importantes acuerdos económicos con la Fiscalía que en total han sumado unos 1.800 millones de dólares. El último de ellos, el de ING, se resolvió este año a cambio de una cantidad estimada de 619 millones de dólares.

Un portavoz del Deutsche Bank se ha negado a comentar la información pero ha recordado que el banco se comprometió en 2007 a "no implicarse en nuevos negocios con cualquier contraparte que tenga su sede en países como Irán, Siria, Sudán y Corea del Norte, y a abandonar, en la medida de lo legalmente posible, las relaciones existentes con estas partes".

Según las fuentes consultadas por el 'NYT', la investigación contra el Deutsche Bank se encuentra en fase preliminar y de momento no hay indicios de que el banco alemán haya operado, en algún momento de los últimos cuatro años, en nombre de las entidades bancarias de países sancionados.