?Rodolfo Vicedo tiene 64 años y lleva desde 2007 sin encontrar un empleo. A estas alturas le parece casi imposible volver a ocupar un puesto de trabajo. Rodolfo era un autónomo especializado en el reciclaje, en concreto en el área de la chatarra. "Cuando la crisis estalló me vi obligado a dejar de realizar mi actividad laboral porque ya no era rentable", cuenta. En su caso, la edad es un incoveniente, puesto que cuando se quedo sin empleo ya contaba con 60 años, por lo que estaba a las puertas de la jubilación.

"Cuando ven que llevo sin trabajar tanto tiempo y que estoy a punto de jubilarme nadie está dispuesto a contratarme", explica. Rodolfo cuenta que se quedan con sus datos pero que le dan largas, "dicen que ya me llamarán, pero nunca llaman", explica este parado. Rodolfo ya ha recibido la ayuda para los parados de larga duración, que consiste en cobrar 400 euros mensuales durante seis meses. Ahora su único consuelo es recibir otro tipo de subvención o encontrar algún trabajo que le permita ganarse la vida, por lo menos, durante su último año activo.

Además, este desempleado sólo ha sido dado de alta en la seguridad social durante 13 años a lo largo de toda su vida laboral, por lo que teme no poder contar con una pensión de jubilación digna.