El grupo automovilístico estadounidense dio ayer a conocer los detalles de su amplio programa de reestructuración en Europa durante los próximos dos años para volver a ser rentable. La fábrica de Almussafes es uno de los pilares básicos en esta profunda reestructuración, ya que estos cambios conllevan el traslado de los nuevos modelos Mondeo, S-Max y Galaxy a Almussafes a finales de 2014, cuando se desmantele la planta belga. Sin embargo, hasta 2014, la multinacional aplicará un plan de recorte de la producción del 18 % en todas sus instalaciones europeas —incluida la valenciana— para dejar de fabricar unas 355.000 unidades respecto a su capacidad instalada, según constata el plan de viabilidad puesto en marcha por la firma automovilística.

La dirección de Ford Europa, con cuartel general en Colonia, aseguró ayer que además de reducir el ritmo de producción, acortará la duración de las jornadas y aplicará paros de fabricación para reducir su nivel de existencias. Estos ajustes conllevarán la aplicación de nuevos expedientes de regulación de empleo (ERE) para reducir la jornada laboral. Ford España ya viene aplicando una disminución de la jornada laboral de una hora y media por turno durante el último trimestre de 2012, una estrategia que tendrá que repetirse en los próximos años ante el desplome de ventas de Ford en Europa, que han caído un 20 % desde 2007, desde el inicio de la crisis. La planta valenciana, incluidas las líneas de motores, emplea a 6.100 trabajadores.

Caída de los mercados

La planta valenciana concluirá el año con una producción de 135.000 vehículos (modelos C-Max y Kuga), mientras que el próximo año comenzará a producción la nueva furgoneta de pequeño tamaño Transit Connect. El recorte de fabricación podría dejar las unidades realizadas en Almussafes en torno a 100.000 vehículos durante el próximo ejercicio. Más del 80 % de los coches que salen de la fábrica valenciana se destinan al mercado de la exportación, sobre todo a la Unión Europea (UE), que es su principal mercado.

La reorganización de las operaciones productivas beneficiará a la planta valenciana de Almussafes, que recibirá en 2014 la nueva generación de los citados modelos Mondeo, S-Max y Galaxy (coches de mayor valor añadido que los del segmento mediano), fabricados hasta ahora en Bélgica y podrían generar a partir de entonces unos 1.500 nuevos empleos.

Como contrapartida, Almussafes, que ha recibido recientemente la adjudicación del Kuga y del Transit Connect (cuya inversión ha superado los 812 millones de euros) , perdería los monovolúmenes C-Max y Grand C-Max, que se trasladarán a Saarlouis (Alemania)

Reducir costes

Con estas medidas Ford Europa espera reducir sus costes entre 308 y 347 millones de euros al año. El grupo considera que la implantación de estas medidas y la caída de la demanda en Europa, que se sitúa a niveles de hace 20 años, afectarán a su resultados, con unas pérdidas superiores a los 1.500 millones de dólares (1.157 millones de euros )este año, y sus previsiones para 2013 son similares, según informó ayer el presidente de Ford Europa, Stephen Odell.