Representantes del sector del automóvil europeo consideraron hoy inevitable el cierre de plantas de producción de vehículos en Europa, por la necesidad de ajustar el exceso de capacidad y de recuperar la competitividad. "Hay un exceso de capacidad (productiva) respecto a la demanda, pero según los Estados miembros, esto no pasa, al menos no dentro de su territorio", advirtió el vicepresidente de la división europea de Ford, Wolfgang Schneider, durante un evento organizado por la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA).

Ford cerrara su planta de Genk (Bélgica) a finales de 2014 y dos de sus factorías en el Reino Unido (Southampton y Dagenham) en 2013, con lo que 10.000 personas podrían perder su trabajo. La planta de Almussafes realizará los modelos que deja Bruselas, lo que permitirá crear 1.500 empleos directos y 4.500 en la industria auxiliar.

Un directivo español del sector, que pidió no ser identificado, aseguró que es necesario recurrir al cierre de plantas en Europa y señaló que hasta 15 de ellas trabajan a menos del 50 % de su capacidad, "lo que significa que pierden dinero". El director general de la división de Empresa de la Comisión Europea (CE), Daniel Calleja, admitió que es necesario un "ajuste", pero advirtió del impacto social de las reestructuraciones. Otra de las cuestiones que preocupa al sector es la creciente presión de los competidores extranjeros, en especial de los asiáticos, que cuentan con la ventaja de tener unos costes de producción mucho menores que sus homólogos europeos.

Ante el desplome de ventas, la patronal de concesionarios Faconauto ya ha tomado cartas en el asunto. La nueva dirección de la organización empresarial estudia mecanismos de autofinanciación a través de la constitución de un banco o financiera propias. Este objetivo ha sido revelado por el nuevo presidente de Faconauto, Jaume Roura, tras la celebración del congreso anual de estas asociación automovilística. El negocio de la concesión automovilística está muy lastrado en esta situación de crisis por la actitud de los bancos de no facilitar líneas de créditos a estas empresas, en su mayoría pymes, y sin las cuales la subsistencia se hace muy difícil.

Las marcas ven en 2013 menores ventas que en 2012 y apuestan por un Plan PIVE más largo. Por su parte, el presidente de la patronal de fabricantes de automóviles Anfac y de Ford España, José Manuel Machado, prevé, según afirmó n el IESE, que la industria automovilística española alcanzará una producción anual de tres millones de vehículos durante la segunda mitad de la década, recuperando así los niveles de fabricación previos a la crisis económica. España cerrará el año con cerca de 750.000 coches vendidos.