Los promotores valencianos piden cita a los «hombres de negro» para negociar su futuro

Ni la Generalitat, ni el Ministerio de Economía, ni el Banco de España, ni el FROB, ni el banco malo. Los promotores valencianos tienen claro que su futuro está en manos del grupo de expertos enviados a Madrid por la troika (UE, BCE y FMI) para imponer las reglas de la recapitalización de la banca española.

Este grupo reducido aterrizó en octubre en la capital y se instaló en unas oficinas del Banco de España, en la Cibeles y el Paseo de la Castellana. Se trata principalmente de Servaas Deroose, un economista belga que ostenta el cargo de director general adjunto al comisario de Asuntos Económicos y Financieros, Olli Rehn; el holandés Gert-Jan Koopma, director del Servicio Económico y de Reformas Estructurales de la Comisión; y Poul M. Thomsen, director del Departamento europeo del FMI y encargado de las negociaciones con Grecia para su ayuda.

Fevec, la patronal en la que está integrada la Asociación de Promotores de Valencia, ha solicitado directamente a este grupo de personas, los conocidos como «hombres de negro», una reunión para tratar el futuro de los centenares de millones de euros en créditos que van a pasar a engrosar la cartera de la Sareb, el banco malo aprobado por el Gobierno y que está pendiente de captar inversores para ponerse en marcha.

Los bancos nacionalizados (Bankia, Banco de Valencia, Novagalicia Banco y Catalunya Banc) están obligados a traspasar con fuertes descuentos a la Sareb todo su crédito inmobiliario, tanto sano como no, por lo que decenas de promotores valencianos van a cambiar de acreedores y, por tanto de interlocución. El sector teme que el banco malo bloquee los nuevos procesos de refinanciación y ejecute garantías o venda a fondos de inversión oportunistas (fondos buitre) estos activos. Los promotores comienzan a asumir que «no va a haber refinanciaciones», lo que va a suponer una transformación total del sector, ya muy deteriorado, en la Comunitat Valenciana.

Aunque el Gobierno ha designado a Belén Romana presidenta del banco malo y a Walter de Luna director general, los promotores creen que son los «hombres de negro» los que de verdad tomarán las grandes decisiones.