Ford insiste en dejar en el aire el traslado de la producción belga a Valencia

La vicepresidenta de la multinacional afirma que siguen negociando con los sindicatos y las autoridades de Bélgica

v. r. valencia

La multinacional Ford sigue sin confirmar de forma oficial el traslado de la producción de la fábrica belga de Genk a la factoría de Almussafes. La vicepresidente de la división europea, Barb Samardzich, sostiene que la empresa está en fase de negociaciones con las autoridades y los sindicatos belgas y que estas conversaciones pueden durar varios meses. «Hay un proceso de consulta abierto en Bélgica que acaba de comenzar. No podemos decir si va a durar cuatro o seis meses porque por la naturaleza de las cosas no queremos añadir la presión del tiempo a nadie», explica en una entrevista en «Cinco Días».

Los planes iniciales de Ford son echar el cierre a la factoría de Genk en 2014 para trasladar al producción a Valencia, específicamente de los modelos Mondeo, S-Max y Galaxy. Samardzich alaba la planta valenciana: «Una de las cosas que estamos haciendo es racionalizar nuestra capacidad. Obviamente nosotros ya tenemos una planta en España y tenemos que optimizar la utilización de cada uno de nuestros recursos, ese es el criterio clave. Además, tenemos una planta excelente en Valencia, tenemos una gente excelente. Es un emplazamiento que está dando una calidad excelente».

Sin embargo, la ejecutiva se resiste a ofrecer detalles sobre el empleo que el traslado puede generan en Almussafes: «estamos en proceso de consulta en Bélgica y por ahora no tenemos números específicos que dar». En principio, los planes de reestructuración de Ford pasan por echar el cierre a la planta de Genk y otras dos de motores en el Reino Unido. El ajuste, al margen del empleo que pueda generarse en España, supone eliminar 5.700 empleos.

El anuncio del cierre en Bélgica ha provocado fuertes protestas sindicales y de trabajadores que han obligado a los ejecutivos de Ford a mostrarse muy cautos en sus afirmaciones públicas. De hecho, la vicepresidenta de Ford explica que están en plena fase de negociación y que «no queremos comunicar más detalles sobre dónde vamos a producir nuestros productos o lo que estamos haciendo. Queremos negociar y discutir con los sindicatos sobre el mercado europeo y sobre dónde vamos a colocar nuestros productos, sobre lo que vamos a hacer en el futuro y lo que no. Primero hablaremos con los sindicatos y, luego, cuando todo esté claro, con la prensa».

Pese a la ambigüedad de la cúpula de Ford, la Generalitat valenciana está convencida de que Almussafes aumentará su producción como consecuencia del cierre de Genk. En una entrevista publicada el pasado domingo en El Mercantil Valenciano, el conseller de Economía e Industria, Máximo Buch, afirmaba casi con total seguridad que la factoría valenciana se quedará con los modelos belgas. «Las empresas, una vez anuncian algo, inician negociaciones porque las leyes de los países exigen que existan. Uno no puede decir me voy y no negocio con usted porque ya he tomado la decisión. Aunque uno tenga tomada la decisión tiene que negociar». El conseller insistió: «Cuando una multinacional anuncia algo lo tiene decidido».

Pese a las prevenciones, la posible llegada de más producción a Almussafes ha generado satisfacción entre el empresariado, pero al mismo tiempo ha significado una señal de que las multinacionales pueden recoger los trastos e irse a otro país cuando las condiciones no garantizan la competitividad. En este sentido, la Asociación Valenciana de Empresarios ha reclamado al Consell que pelee en Madrid la llegada de inversiones como el Corredor Mediterráneo.

Tracking Pixel Contents