La Autoridad Portuaria de Valencia, cuya presidencia depende de un nombramiento de la Generalitat, recibió ayer una advertencia del Consell de Alberto Fabra de boca del titular de Gobernación y Justicia. Serafín Castellano defendió que en un momento como el actual en el que se están exigiendo «sacrificios» a la ciudadanía, las Administraciones Públicas deben «dar ejemplo».

El conseller se pronunciaba asó al ser preguntado por la información publicada ayer por Levante-EMV que revela que la Autoridad Portuaria que preside Rafael Aznar mantiene gastos suntuarios como un palco VIP en el Palau de les Arts por el que paga 90.000 euros al año o un yate por el que pagó 4,1 millones de euros y que cuesta 200.000 euros de mantener.

El conseller afirmó desconocer «los pormenores» de esta cuestión, pero puntualizó que todas las instituciones y Administraciones deben estar «a la altura de las circunstancias», en un momento como el actual, en el que la gente «está padeciendo mucho». «Nosotros no podemos pedir sacrificios a la gente sin ser los primeros en hacerlos», afirmó.

No en balde, la Autoridad Portuaria de Valencia apenas ha dado muestras hasta ahora de aplicar medidas de austeridad. Ha ralentizado las obras de ampliación del Puerto de Valencia, pero mantiene la inversión prevista.

Por su parte, el PSPV-PSOE, Compromís y Esquerra Unida pidieron ayer que el Gobierno y el Consell den explicaciones sobre los «gastos suntuarios» del Puerto de Valencia, y defendieron que la promoción del puerto se haga a través de otros mecanismos y no con unos gastos que son «una barbaridad en estos tiempos».

El portavoz adjunto del grupo socialista en las Corts Valencianes Rafael Rubio anunció en un comunicado que pedirá la comparecencia de la consellera de Infraestructuras, Isabel Bonig, ante la comisión de Obras Públicas para que explique los gastos que se están produciendo en el Puerto de Valencia.

«El Consell debe dar la cara»

Según Rubio, Bonig debe explicar los gastos salariales de los cuadros intermedios y los gastos de representación u otros que no estén vinculados directamente a la actividad del puerto, así como «por qué 50 cargos del puerto de Valencia cobran más de 11 millones de euros». Sin embargo, la APV puntualiza que los sueldos y salarios totales de la plantilla (413 trabajadores, incluidos los directivos) ascendieron 12,9 millones en 2012, frente a los 13,2 millones de 2011 y 14 millones, en 2010.

Rubio reclamó que no se utilice la «excusa» de que el puerto es una autoridad autónoma, porque su presidente «está designado directamente por el presidente Alberto Fabra y, por tanto, tiene que ser el Consell quien dé la cara sobre estos temas». Para Rubio, «no tiene sentido» que la Autoridad Portuaria «se haya gastado más de 45.000 euros en agasajar a sus invitados» en las carreras de Fórmula 1, o pague «90.000 euros por un palco en el Palau de les Arts», y defendió que la promoción del puerto se haga a través de otros mecanismos.

El portavoz de Compromís, Enric Morera, consideró muy grave que se haya pagado con fondos públicos «los lujos de unos pijos miserables», especialmente en un momento «en el que no hay ni lejía para los hospitales». El dirigente nacionalista anunció iniciativas en el Congreso de los Diputados. Según Morera, «esperamos una actuación rápida y anunciamos que nuestro diputado en Madrid, Joan Baldoví, va a presentar una serie de iniciativas para esclarecer la culpabilidad de un despilfarro de pijos miserables que se han pagado sus lujos a costa del erario público», remarcó.

El diputado de EUPV-Los Verdes en el Congreso, Ricardo Sixto, calificó de «vergonzoso» que la APV haya dedicado «muchos miles de euros» a gastos «absolutamente injustificables», y pidió que se acabe «de inmediato con esta manera de derrochar el dinero de forma continuada en los últimos años».