La Generalitat valenciana seguirá sin una política industrial definida hasta el segundo semestre de 2013 y la ejecución de las nuevas actuaciones no gozará de financiación suficiente hasta bien entrado 2014. La diferencia respecto al año pasado es que el Consell de Alberto Fabra ha arrancado ya el consenso de patronales y sindicatos sobre unas bases de trabajo y pretende abrir el espacio de consultas a la oposición y las federaciones sectoriales empresariales y sindicatos.

El Observatorio de la Industria, en el que están representados el Gobierno autonómico y los agentes sociales, se reunió ayer para debatir el borrador de la que será la nueva Estrategia de Política Industrial (EPI) hasta 2020 que pretende actualizar el anterior documento firmado en 2010 y cuyo contenido y compromisos se han visto desbordados por la sequía presupuestaria y la política de austeridad. En un ejercicio de realismo, el conseller de Economía, Máximo Buch, admitió ayer que la nueva estrategia se trabaja "en el punto más bajo de recursos", razón por la que recogerá "ambiciones modestas" y se enfocará de forma principal hacia los proyectos que sean capaces de lograr apoyo financiero de la Unión Europea, que debate a su vez el presupuesto comunitario del próximo sexenio. Buch señaló que antes que destinar recursos a sectores cuya viabilidad está en cuestión es necesario consolidar proyectos empresariales que funcionan y que pueden ser "empresas tractoras" de la economía.

El presidente de la patronal autonómica, José Vicente González, que compareció ante la prensa junto con Buch y el secretario general de CCOO-PV, Paco Molina, incidió en esa idea: "No hagamos todos de todo, prioricemos".

Precisamente González coordina el grupo de trabajo sobre "especialización inteligente", que trata de identificar sectores y empresas de éxito para captar fondos europeos que ayuden a su consolidación y expansión. Socio sanitario, agroalimentario, movilidad o subsectores del hábitat como el azulejo aparecen como prioritarios. El nuevo mecanismo de reparto de dinero comunitario generará competencia entre territorios. "Vamos a pelear por conseguir más que la media de las regiones", dijo Buch.

La nueva EPI contará con seis ejes: Capital humano, I+D+i empresarial, diversificación, crecimiento empresarial, internacionalización y especialización inteligente.

Está previsto que el borrador esté cerrado en marzo, para elaborar a partir de entonces un "plan operativo" que permita evaluar de forma concreta la ejecución del plan, una petición de Molina para que el documento no sea un brindis al sol. Por esto, la nueva EPI no verá la luz hasta verano. El capítulo de especialización -del que depende gran parte de la financiación- tardará más porque depende de decisiones europeas.