Notable es en la Safor la incidencia de la campaña de la recogida de naranjas. De hecho, en los últimos meses la agricultura ha sido el sector que más ha bajado unas cifras del paro, que ni la temporada turística había frenado el pasado verano. Son los municipios en los que hay almacenes de cítricos en los que más ha descendido el desempleo en los últimos meses. Así, Xeresa, con un porcentaje de alrededor del 10 %, es el municipio de la comarca con menos parados. Los almacenes de naranjas han dado trabajo a alrededor de 50 personas. Muy pegado a Xeresa está también Xeraco, con un 20 %.

En Benifairó de la Valldigna, donde hay instalados varios almacenes de naranjas, también se ha notado la llegada de la campaña citrícola, dejando el paro en un 10%.

Pero no sólo son los almacenes, sino también la gran extensión de campos de naranjas los que inciden en este decrecimiento. En Tavernes de la Valldigna, la tasa del paro ronda el 30 %, aunque en el tercer municipio de la comarca también hay mucha industria y construcción, sectores que no pasan por su mejor momento. Lo mismo ocurre en Oliva, con una tasa algo inferior al 30 % y que intenta recuperarse mes a mes.

La apuesta por el turismo en Gandia está provocando que la capital de la Safor no acabe de recuperarse, pese a que el gobierno local está realizando importantes esfuerzos con la creación de un Plan de Empleo y de un Plan de Empleo Joven para ayudar a sus vecinos. A diferencia de los municipios anteriores, Gandia no cuenta con la misma extensión agraria y su dependencia del turismo, ahora en temporada baja, dispara los datos del paro en torno al 32 %.