Antonio Carrascosa, director general del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), la entidad que se ha encargado de sacar a flote a las cajas de ahorros que iban quedando varadas a medida que arreciaba la crisis, explica cómo se ha enfocado el saneamiento del sistema financiero, teniendo en cuenta que la prioridad para las empresas es volver a disponer cuanto antes del crédito.

¿Qué lecciones habrá que aprender de esta crisis, después de lo que ha costado al sector financiero y a toda la sociedad?

Muchas cosas. Hay muchas lecciones, una es que es que los excesos de crédito se pagan. Los excesos en el sector financiero acaban traduciéndose en un endeudamiento excesivo de las empresas y de las familias. En diez años, antes de la crisis, se multiplicó por tres el crédito al sector privado y eso acaba pagándose en muchas ocasiones. Luego, una vez que ya se ha producido la crisis, es muy importante hacer un buen diagnóstico. Si haces un mal diagnóstico, a veces empeoras la situación del sector. Hay más lecciones. Otra es que el exceso de deuda privada se acaba convirtiendo en deuda pública, porque es difícil que el sector privado sea capaz de resolver por sí mismo todos los problemas, con lo cual la historia te dice que los excesos de deuda privada se acaban convirtiendo en deuda pública.

¿Quiere decir que los pecados particulares los pagamos todos?

Exactamente. Lamentablemente, es así. Y es mucho más difícil.

¿Quién ha tenido la culpa de lo que ha ocurrido?

Creo que es una crisis compleja y hay múltiples causas y responsabilidades. Por supuesto, no todas las instituciones tienen la misma responsabilidad. Podríamos estar toda la mañana hablando de ese tema.

Hay quien culpa al Banco de España por haber consentido los excesos.

No voy a hacer comentarios.

El anterior gobernador del Banco de España, Miguel ángel Fernández Ordoñez, dijo que la CAM era ‘lo peor de lo peor’. ¿Comparte usted esa opinión?

No vale aplicar calificativos. Nosotros tenemos protocolos de actuación y cuando el FROB es administrador o tiene una participación mayoritaria en una entidad, dentro de esos protocolos está el encargar un estudio de posibles conductas ilícitas. Si se comprueba que las hay, pues lo mandamos al penalista y luego a los tribunales. Es lo que hemos hecho con la CAM y con otras entidades. Actuamos igual con todas.

¿Qué les ha explicado a los empresarios que han venido a escucharle?

La cuestión de la reestructuración bancaria como instrumento para conseguir la recuperación del crédito. El crédito está disminuyendo, como todos sabemos,y si no se produce un saneamiento bancario, difícilmente habrá oferta de crédito. En el marco del Memorándum de Entendimiento con las autoridades europeas se están tomando una serie de medidas drásticas para mejorar la solvencia y la liquidez de las entidades y conseguir que tengamos más crédito en los próximos meses.

¿Sabe cuándo empezaremos a notar los efectos del saneamiento del sistema financiero?

Hay un factor muy importante, que es la demanda de crédito. Tradicionalmente, en otros ciclos, primero se recupera la economía y luego se recupera el crédito.

Entonces, hay que hacer todo lo posible para que la economía se recupere lo antes posible, que haya demanda de crédito y que los bancos, gracias a la reestructuración financiera, estén dispuestos a darlo.

¿Qué les diría a los clientes y depositarios?

Que la mejor garantía para ellos, además de un Fondo de Garantía de Depósitos, es tener un sistema bancario saneado. En eso llevamos meses trabajando para conseguirlo, desde la firma del Memorándum de Entendimiento.

¿Qué pueden esperar los clientes que compraron preferentes de las cajas?

Hay dos vías: los arbitrajes, que están en marcha en las entidades en las que interviene el FROB; cuando no se pueda recuperar el dinero por esta vía, lo que se producirá será la conversión de participaciones preferentes y deuda subordinada en acciones de las entidades. Puede haber alguna otra opción, pero las preferentes y la deuda subordinada perpetua tendrán que ir a las acciones.